Con el episodio financiero que Bulltick causó el pasado 13 de abril en la Bolsa Mexicana de Valores y su posterior abandono a esta institución, bien vale recordar que este intermediario es un subsidiario de una empresa con sede en Estados Unidos y tiene un interesante historial con operaciones en América Latina.
Bulltick Capital Markets, nace en 1999 como un operador de bolsa regional en Estados Unidos.
La empresa, formada por jóvenes financieros, entre ellos Luis Alberto Guerra y Adolfo Cueto, se dedicó en sus inicios a colocar deuda y acciones de compañías latinoamericanas en la Bolsa de Valores de Nueva York.
A partir de entonces buscó diversificar los servicios financieros que proveía desde su oficina en Miami, Florida.
En el 2008, la empresa decide abrir una casa de bolsa en la Ciudad de México con el fin de expandir sus servicios a clientes corporativos en México.
En el 2009, José Madariaga Lomelín, ex presidente de la asociación de banqueros durante la crisis de 1995 y la crisis bancaria, entra a Bulltick.
Según entrevistas de ese entonces, puso al servicio de la pequeña casa de bolsa sus relaciones empresariales y adquirió un 25 por ciento de la empresa.
El objetivo de su entrada era preparar a medianas empresas para salir a bolsa mediante Bulltick.
En el 2011, Invex Controladora, otra intermediaria financiera, adquirió el 49 por ciento de las acciones de Bulltick.
Sin embargo, las consecuencias de un error en abril de este año aceleraron la caída de la sucursal, que de por sí ya estaba en apuros.
Según la calificadora HR, Bulltick ya venía acumulando pérdidas en todo este año, pues “presentaba una situación financiera limitada y con baja posibilidad de recuperación desde marzo”
El 13 de abril a las 14:45 horas, Bulltick ingresó una orden de ventas equivocada, lo que ocasionó una caída repentina en el mercado accionario.
Unas semanas después, tras evaluar las pérdidas millonarias, Bulltick pide dejar la Bolsa Mexicana de Valores, argumentando, entre otras cosas, que su negocio principal no es la intermediación local sino con clientes de América Latina intercambiando en bolsas de valores de Estados Unidos.
Según datos de la CNBV, la casa de bolsa era de las más pequeñas en el mercado, con 56 millones de pesos en activos en el 2011 y 16 empleados.