La llave para el T-MEC
La recién aprobada reforma laboral cumplió con las exigencias del presidente Donald Trump, sin embargo, en el mercado local pone de frente varios desafíos para los empleadores como el esquema de subcontratación
Nayeli Meza OrozcoLa puerta aún está cerrada. Una vez más, el gobierno mexicano se alineó a las exigencias de su mayor socio comercial para lograr que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sea ratificado al ceder en negociaciones clave, como la eliminación de los aranceles.
Sin embargo, la reforma laboral aprobada en abril pasado por legisladores mexicanos se puede convertir en la llave para lograr que al documento se le dé luz verde en los tres países miembros durante los próximos meses.
Jaime Bustamante, director jurídico de ManpowerGroup México, Caribe y Centroamérica, reconoce que este momento es crucial para definir lo que ocurirá con el acuerdo que sustituirá al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La reforma laboral contribuyó a que se destrabara el tema y estamos a la espera de que pronto se logre una conclusión con la ratificación, pero también hay que reconocer que una cosa son los dichos y otra los hechos”, explica el directivo.
Pero el mayor desafío a vencer son los demócratas, quienes se oponen a darle el visto bueno al documento, ya que consideran que muchos de los puntos pueden favorecer la posible reelección del presidente Donald Trump.
En días pasados, Jesús Seade, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), adelantó que el T-MEC podría ser ratificado por el Congreso estadounidense a más tardar en julio próximo.
No obstante, el director jurídico de ManpowerGroup México, Caribe y Centroamérica opina que para llegar a este punto es necesario que haya voluntad política.
El tema incómodo
Dentro de la ecuación de la reforma laboral destaca la subcontratación de empresas o trabajadores en el país, un tema que desde hace años ha dividido las opiniones por las implicaciones que vienen de la mano con este esquema.
A nivel global, el número de empleados contratados por outsourcing o subcontratación supera los 56 millones de trabajadores, de acuerdo con cifras de la World Employment Confederation.
En el caso de México existen alrededor de 3.5 millones de colaboradores que laboran bajo este modelo.
Jaime Bustamante opina que en el país el tema de la subcontratación genera polémica porque muchas empresas utilizan este esquema para cometer diversas arbitrariedades en contra de sus empleados, pero esto no se replica en todos los casos.
“La postura con respecto al outsoucing es más de origen interno. Los abusos que se han cometido en materia de subcontratación en México le han dado una mala imagen, pero su regulación puede ayudar a favorecer a millones de trabajadores”.