Las empresas familiares se actualizan para entrar en la competición
Si hay algo que de verdad mueve la economía en los países, esas son las llamadas pequeñas y medianas empresas. Son estas las que de verdad forman el tejido empresarial de los distintos sectores y, de ellas, muchas son, precisamente empresas familiares. El seguir la tradición familiar y sumarse al proyecto empresarial de los padres […]
Indigo StaffSi hay algo que de verdad mueve la economía en los países, esas son las llamadas pequeñas y medianas empresas. Son estas las que de verdad forman el tejido empresarial de los distintos sectores y, de ellas, muchas son, precisamente empresas familiares.
El seguir la tradición familiar y sumarse al proyecto empresarial de los padres y abuelos está teniendo un nuevo renacer. De hecho, es la tranquilidad de saberse empujando un proyecto en el que los más cercanos están implicados lo que permite no solo disfrutar de apoyar el desarrollo de las ideas sino de también apoyar la transición generacional de un negocio en marcha.
Sin embargo, los últimos tiempos han traído consigo la necesidad de cambios, de pasar de la forma tradicional a la demandada por el mercado. Los cambios estructurales y, sobre todo, la digitalización ha llegado como un torbellino para complicar la vida de los más mayores, en algunos casos, pero apoyarse en los más jóvenes para renovar la propia empresa y adaptarla a los tiempos actuales.
¿cuáles son los retos que afrontan estas empresas de corte familiar?
Sin lugar a dudas, si algo ha cambiado en el hábito del consumidor medio, eso ha sido el acceder a todos los productos y servicios de forma remota en vista de las restricciones de movilidad que se impusieron el pasado 2020.
En este campo, las pymes y las empresas familiares iban con una hoja de ruta lenta pero segura para ir dando paso a la versión digital y escaparate virtual de la misma. Todos los cambios acelerados que comenzaron a nivel usuario y a nivel empresarial en marzo de 2020 han pillado a muchas compañías con el pie cambiado.
Para ello, para no quedarse atrás, muchas han apostado por encontrar vías de financiación para digitalizar sus procesos, estar al día y poder competir con el resto no solo en calidad sino en visibilidad en redes e internet. Esto, gracias a páginas como LoanScouter, es posible encontrando la línea de crédito que mejor conjugue con las necesidades de las empresas que han visto cómo sus resultados, en la mayoría de los casos, se han visto comprometidos por los parones de los meses más duros.
¿Por qué seguir apoyando este tipo de iniciativas familiares?
En primer lugar, por la tradición y la creación de empleo que conllevan. Son empresas que, precisamente por ser de cercanía, tienen una flexibilidad mayor no solo con sus trabajadores sino con sus propios clientes.
Están acostumbrados a pensar más en la calidad que en los resultados, porque con poco se han ido haciendo grandes. Es, además, una forma de conjugar generaciones dentro del mismo paraguas y de no perder ciertas tradiciones artesanas, profesionales y de tradición que la globalización ha ido dejando como algo único.
Sorprendentemente, además, son empresas que la sostenibilidad no necesitan aprenderla porque han hecho siempre una optimización de recursos que la gran empresa olvidó por el camino. Cada detalle cuenta, lo que las hace aún más especiales.
Todo esto, en definitiva, es lo que percibe el consumidor que, ya sea en el local o bien a través de las redes, siguen apoyando iniciativas donde cada cliente, producto y servicio, cuenta.