Libre comercio, no manipulación
En un año en el cual el crecimiento del comercio global está viviendo su peor desaceleración desde 1985, el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) ha sido celebrado por algunos expertos como un importante paso hacia adelante en el impulso de la actividad comercial y del crecimiento económico del mundo.
El TPP generaría una zona de libre comercio entre los 12 países que lo componen, misma que representaría el 40 por ciento de la economía global y el 25 por ciento de la actividad comercial del mundo.
Indigo Staff
En un año en el cual el crecimiento del comercio global está viviendo su peor desaceleración desde 1985, el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) ha sido celebrado por algunos expertos como un importante paso hacia adelante en el impulso de la actividad comercial y del crecimiento económico del mundo.
El TPP generaría una zona de libre comercio entre los 12 países que lo componen, misma que representaría el 40 por ciento de la economía global y el 25 por ciento de la actividad comercial del mundo.
Sin embargo, las autoridades de México, Estados Unidos y Canadá buscan desarrollar un mecanismo dentro del acuerdo que proteja a sus economías de una desigual guerra de divisas con sus socios asiáticos.
Compareciendo ante el Senado la semana pasada, Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público, indicó que “el objetivo fundamental de este acuerdo (…) es el evitar que los socios del TPP manipulen los tipos de cambio para generar una ventaja desleal en la competencia contra las exportaciones mexicanas”.
Los comentarios de Videgaray se unen a los de autoridades estadounidenses como los senadores Robert J. Portman y Sherod C. Brown, quienes en una carta conjunta indicaron temer que “las recientes intervenciones en los tipos de cambio podría llevar a un patrón de devaluaciones competitivas (…) que lastimaría a los trabajadores y exportaciones estadounidenses en los próximos años.”
Las preocupaciones norteamericanas van dirigidas hacia los socios asiáticos del acuerdo, como Vietnam, Singapur y Malasia, que cuentan con regímenes cambiarios menos transparentes que los norteamericanos.
¿Justa preocupación?
Sin embargo, contrario a las preocupaciones de las autoridades norteamericanas, algunos expertos ven con buenos ojos la actual ausencia de un mecanismo cambiario en el TPP, ya que lo ven como una fuente de potencial conflicto entre los socios del acuerdo y como algo difícil de implementar.
“Es extraordinariamente difícil apuntar cuándo una moneda está subvaluada”, dijo Jeffrey Frankel, profesor en la Universidad de Harvard, en entrevista con el portal MarketWatch.
“En cualquier momento que un sector o empresa particulares se ven afectados por un movimiento en los tipos de cambio, tienden a llegar acusaciones de manipulación cambiaria”, agregó Frankel.
De igual forma, Ludovic Subran, economista en jefe de la aseguradora crediticia Euler Hermes, dijo a MarketWatch que la política cambiaria legítima a menudo es confundida con manipulación cambiaria.
Otros expertos señalan que la ausencia de China dentro del TPP reduce el posible efecto que podría tener un mecanismo de control cambiario dentro del acuerdo, ya que el abaratamiento de las exportaciones chinas representa una mayor amenaza para los sectores exportadores de Norteamérica.
Sea cual sea el camino que se decida tomar respecto a la potencial manipulación cambiaria, el TPP aún tiene obstáculos por delante. Aunque el acuerdo principal entre los representantes de sus miembros ya fue alcanzado, éste aún tiene que ser ratificado por sus gobiernos para que pueda entrar en vigor.