El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) está al límite de su capacidad por el exceso de rutas y pasajeros nacionales e internacionales que recibe a diario.
Desde que el AICM se construyó se estipuló que la capacidad máxima de pasajeros al año que podía recibir era de 34 millones, sin embargo, en la última década, esta cantidad fue en aumento y a finales del 2019 recibió a más de 50 millones de viajeros que salieron y entraron a la capital, cifra que marcó el punto máximo de saturación en sus instalaciones aéreas, según datos de su último reporte.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) buscan la forma de aliviar la saturación del AICM con la a racionalización de los horarios de despegue y aterrizaje, así como la distribución del número de pasajeros que llegan a la Ciudad de México de otros aeropuertos.
Fernando Gómez Suárez, analista independiente del sector aeroportuario, asegura que el problema del AICM no se va a resolver con estas medidas, sino que las autoridades deben implementar una operación para retirar los vuelos que no tienen la necesidad de aterrizar en la capital.
Pues comenta que aproximadamente un 20 por ciento del total de pasajeros, cifra que equivaldría a 10 millones personas, no tienen como destino final la Ciudad de México. Por lo que si esta cantidad de espacios quedan libres, se abre la oportunidad de que las aeronaves que lleguen a la ciudad con 500 o más pasajeros puedan ingresar sin ningún problema.
“El tener un espacio aéreo saturado también incrementa las posibilidades de accidentes, debido a que se podría invadir la estela de propulsión de las aeronaves. Hace 25 años, el horario con más tráfico aéreo era de las siete a 10 de la mañana y en la noche, de seis a 10, hoy día, a todas horas se pueden ver aviones que despegan y aterrizan”, explica Gómez Suárez.
Consecuencias irreversibles por operación del AICM
Con la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM) la posibilidad de abrir nuevas rutas y tener un mayor espacio para albergar a más pasajeros tanto nacionales como internacionales queda fuera del radar, ya que las instalaciones del aeropuerto Benito Juárez no cuentan con la infraestructura, pistas e instalaciones necesarias, a pesar de que hace unos años se construyó la Terminal 2 para cumplir con dicho propósito.
La Terminal 1 del aeropuerto de la Ciudad de México recibe al 59 por ciento de las aerolíneas y pasajeros, mientras que la Terminal 2 acoge al 41 por ciento restante.
Fernando Gómez Suárez comenta que con el problema de saturación, a México no podrán entrar nuevas aerolíneas porque los horarios estarán agotados, por lo que es posible que el aeropuerto capitalino comience a reflejar pérdidas económicas.
“El problema con los gobiernos de los últimos cinco sexenios es que siempre tienen propuestas que por bien intencionadas no están estructuradas, para resolver este problema es necesario que sectores como la SCT, la de Turismo, Salud, de Hacienda y Economía se involucren en el sector para que se llegue a una solución paulatina”, dice el analista aeroportuario.
