Warren Buffett, presidente y director ejecutivo de Berkshire Hathaway, es la tercer persona más rica del mundo. Buffett es conocido y celebrado por no realizar gastos ostentosos con su fortuna, pero su vida personal ha sido menos convencional. Su difunta esposa Susan Thompson Buffett lo dejó para perseguir sus sueños como cantante en 1977, pero antes le presentó a quien se convertiría en su futura esposa: Astrid Menks.
> Felices los tres
A pesar de su separación, Susan y Warren nunca se divorciaron, e incluso vacacionaban juntos ocasionalmente. Susan deseaba no verlo solo. En 1978 le presentó a su amiga Astrid Menk. Al poco tiempo entablaron una relación y comenzaron a vivir juntos en Omaha. Los tres mantuvieron una relación cercana, firmando sus tarjetas navideñas de parte de “Warren, Susie y Astrid”.
> Novios universitarios
Los padres de Buffett y Thompson se conocían, pero sus hijos no se conocieron realmente hasta que ambos estaban en edad universitaria. Esto gracias a que la hermana de Buffett, Roberta, compartió habitación con Susan en la Universidad Northwestern. Poco tiempo después, en 1952, Buffett y Thompson contrajeron matrimonio, y en pocos años tuvieron tres hijos: Susan Alice, Howard Graham y Peter.
> Problemas de salud
Después de haber pasado por tratamiento para enfrentarse a un cáncer oral en 2003, Susan parecía haber recuperado su salud y energías a principios del 2004. Sin embargo, en julio de ese año sufrió una hemorragia cerebral y falleció. El duelo golpeó tan duramente a Warren que fue incapaz de asistir a su funeral. Susan dejó la mayor parte de su fortuna a la fundación caritativa que ahora lleva su nombre.
> Un nuevo matrimonio
En el 2006, durante la celebración de su cumpleaños número 76, Buffett se casó con Menks después de casi tres décadas de relación amorosa. La ceremonia se acomodó al estilo simple de ambos: se realizó en el hogar de Susan, la hija de Buffett, con una duración de 15 minutos y sólo unos pocos invitados.
Al respecto de la boda con Menks, Buffet dijo que era “su primera y mi última”.
> Sueño musical
La fortuna de Warren y sus propias acciones en Berkshire Hathaway le aportaron una vida cómoda a Susan, pero esto no fue suficiente para alejarla de su sueño: perseguir una carrera musical. Después de una pequeña presentación exitosa, Susan decidió dejar Omaha y mudarse a San Francisco para convertirse en cantante. Warren la apoyó y alentó a perseguir sus sueños, pero su ausencia le rompió el corazón.