“Al próximo presidente le conviene dar una imagen de unidad y armonía”
La filosofía de una “República amorosa” surtió efecto. Cuando Andrés Manuel López Obrador asuma la presidencia el próximo 1 de diciembre contará con mayoría absoluta en el Congreso de la Unión, situación que genera preocupación por los riesgos de una concentración del poder.
Sin embargo, especialistas coinciden en que los empresarios y los mercados financieros jugarán un papel fundamental durante la próxima administración, ya que se convertirán en los contrapesos que ejercerán presión en temas decisivos para el crecimiento y la estabilidad económica del país.
“Frente a una oposición partidista que quedó tan debilitada después de la elección del 1 de julio, la verdadera oposición de AMLO van a ser los empresarios y el mercado”, asegura Juan Pablo Galicia, analista político.
Los factores externos como la guerra comercial y el TLCAN meterán presión a la economía
Desde el primer discurso que dio horas después de que se confirmó su victoria en las urnas, el político tabasqueño prometió respetar la autonomía del Banco de México (Banxico) y los contratos con empresas, además de mantener la disciplina financiera y fiscal.
Esta postura apaciguadora, diferente a la que manejó durante su campaña, ha permitido que en los mercados financieros se perciba cierta calma y que su relación con la cúpula empresarial haya mejorado de forma considerable.
En el mismo tenor, el peso se fortaleció en el último trimestre, según cifras de Bloomberg. Durante este periodo, la moneda mexicana ganó un 4 por ciento a causa del optimismo generado por un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y una postura más conciliadora del morenista.
Aunque en este momento la próxima administración tiene un voto de confianza, Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, explica que eso no evitará que los contrapesos estén muy al pendiente de las decisiones que se tomen en relación a la economía del país.
“AMLO tiene suficientes elementos para hacer bien las cosas, pero cualquier anuncio será revisado con lupa por la iniciativa privada y los analistas del mercado”
“Con una que no le guste al mercado, las cosas se desestabilizarán muy rápido y esto se va a reflejar en salidas de capital, posiciones negativas de activos mexicanos y en la depreciación del tipo de cambio”, añade el especialista.
El ‘matrimonio’ con los empresarios
La relación de AMLO y la iniciativa no ha sido miel sobre hojuelas. Desde abril pasado comenzaron las fricciones con el sector empresarial. El primero en aventar la piedra fue Carlos Slim, el homre más rico del país, al salir en defensa del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
De ahí siguió un cruce de ataques entre los principales líderes de la cúpula empresarial y el entonces abanderado de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’, situación que culminó con la intervención del Instituto Nacional Electoral (INE) para pedir al sector privado no condicionar el sufragio a sus accionistas y empresarios mediante misivas en las que solicitaba “no votar por una opción populista”.
Hoy, con las cartas puestas sobre la mesa y varios apretones de manos con figuras estratégicas, parece que AMLO cumple con su filosofía “amorosa” al incorporar el músculo de los empresarios a la que será su estrategia de gobierno.
El apoyo de los empresarios es importante para la atracción y retención de inversiones
Los factores externos también jugarán un rol relevante en esta balanza. El cierre del TLCAN, la guerra comercial de Estados Unidos con varios países y la posibilidad de que Washington incremente los aranceles al acero y aluminio provenientes de México pondrán a prueba al gobierno entrante.
Aunque en este momento la relación con la Casa Blanca no es tan complicada y el presidente Donald Trump le dio su ‘aprobación’ al tabasqueño hace un par de semanas, el temor de que el republicano se levante de la mesa se mantiene.
Juan Pablo Galicia se mantiene escéptico sobre las futuras intenciones del estadounidense con AMLO, sobre todo, al tomar en cuenta que el inquilino de la Casa Blanca es conocido por su difícil temperamento.
“Frente a un nuevo golpe mediático de Estados Unidos en el corto plazo, a AMLO le conviene dar una imagen de unidad y armonía con los empresarios mexicanos”, agrega el también académico de laUniversidad Modelo.
El analista político comparte que otro motivo por el que la IP será un contrapeso es porque lo que suceda con la renegociación del tratado comercial influirá en sus empresas, pero su respaldo será fundamental durante toda la próxima administración.
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“Los empresarios van a aprovechar que Andrés Manuel López Obrador necesita de la legitimidad y confianza que ellos le pueden dar para impulsar la economía de México y atraer inversiones al país”.
