De Beers, el conglomerado minero que mantuvo un monopolio sobre el mercado global de diamantes durante el siglo XX, está descubriendo que su famoso eslogan, “un diamante es para siempre”, no aplica para las ventas de estas gemas.
Datos del portal independiente PolishedPrices.com muestran que los diamantes se cotizan hoy a precios ligeramente más bajos que en 2006, y casi 14 por ciento más bajos que los registrados hace cinco años.
Este declive se debe a debilidad en la demanda de piedras preciosas, que ha sufrido golpes a su credibilidad por su asociación con explotación injusta y financiamiento de conflictos en países en desarrollo, así como competencia por parte de otros artículos de lujo y de los productores de gemas sintéticas.
Un índice recopilado por Forbes muestra que en el mismo periodo los precios de otros productos de lujo como los automóviles, ropa y comida se incrementaron a un ritmo que en promedio fue 2.5 puntos porcentuales superior al de la tasa de inflación.
Un reporte de la propia De Beers muestra que la demanda por la joyería de lujo sólo creció a un ritmo anualizado de 1.9 por ciento entre 2004 y 2013, incapaz de rebasar el crecimiento en los productos de lujo en las áreas de cosméticos, tabaco y relojería.
Brillante cártel
De Beers dejó de mantener un monopolio sobre el mercado de diamantes hace más de una década, pero la empresa aún controla alrededor del 35 por ciento de la producción global de diamantes en bruto y lidera una asociación que podría operar como cártel para impulsar los precios.
En mayo del año pasado, tras años de esfuerzos, se creó la Asociación de Productores de Diamantes (APD), diseñada para “apoyar el desarrollo del sector diamantes”. La asociación es liderada por De Beers e incluye a otros grandes productores como Alrosa, Rio Tinto, Dominion Diamond, Lucara Diamond, Petra Diamonds y Gem Diamonds.
La APD podría tener éxito impulsando campañas publicitarias a nivel industrial, coordinando los recursos de sus miembros para beneficiarlos en conjunto ante un incremento en la demanda por sus productos.
Sin embargo, en dónde el grupo aún no tiene éxito es en impulsar los precios mediante el control de la oferta. Los pulidores de gemas, que compran los diamantes en bruto para procesarlos y venderlos a las joyerías mayoristas y minoristas, se han rehusado a permitir los incrementos de precios, temerosos de la respuesta por parte de los consumidores.
Bloomberg reporta que en India, donde casi el 90 por ciento de los diamantes son pulidos, una amenaza de boicot en contra de las subastas de gemas brutas concluyó con un recorte de precios de 15 por ciento por parte de De Beers.
“Los productores no pueden simplemente incrementar los precios (de los diamantes) en bruto y esperar que los consumidores pagarán más por la joyería de diamantes. La demanda de los consumidores no puede ser dada por sentado, aún en mercados maduros y especialmente entre los millenials”, dijo Anish Aggarwal, socio en la consultora Gemdax, en entrevista con Bloomberg.