Una época de dificultades económicas había mantenido a Amy Derose y su marido Lawrence encerrados en un matrimonio infeliz por el bien de su firma de ingeniería de Pompano Beach, Florida.
“La empresa colgaba de un hilo y tuvimos que resistir”, dijo Derose, de 53 años, que llevaba 35 años de casada y trabajaba como gerente de la compañía. “No podíamos permitirnos una separación. Él me necesitaba en la empresa y yo a él”.
Con la economía de Florida y el mercado inmobiliario en recuperación, “decididamente estamos mejor” y los ingresos van creciendo en la empresa de 24 empleados.
Eso ha permitido a la pareja seguir adelante con sus trámites de divorcio este mes, después de años de presentarse a trabajar como si nada pasara. Ahora, ella busca trabajo y “no podría estar más feliz”.
La cantidad de estadounidenses que se está divorciando aumentó por tercer año consecutivo a aproximadamente 2.4 millones en el 2012, después de caer durante los 18 meses de la recesión que terminó en junio del 2009, según los datos de la Oficina del Censo de EU.
Más allá del impacto social y emocional, los efectos económicos generales del aumento son claros: contribuyen a la formación de nuevos hogares, elevando la demanda de viviendas, electrodomésticos y elementos de decoración e impulsando la economía. Los divorcios también están llevando a más mujeres a ser parte de la población activa.
“A medida que se normaliza la economía, también lo hace la dinámica familiar”, explicó Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics Inc.
Aparente concordia
Los divorcios se encontraban en el nivel más bajo en 40 años en el 2009, de acuerdo con Jessamyn Schaller, profesora de economía de la Universidad de Arizona en Tucson, haciendo referencia a datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS, por sus siglas en inglés) del gobierno federal.
El crecimiento de los divorcios coincidió con un aumento en la formación de hogares. En los últimos cuatro años, se han formado casi 5.3 millones de hogares luego de que la cifra se redujera a menos de 400 mil en 2009, según la Oficina del Censo. Esto está incrementando la necesidad de apartamentos, condominios y artículos para la casa.
“Las separaciones y el divorcio a menudo fomentan la demanda de vivienda al crear dos hogares donde antes había uno solo”, señaló David Crowe, economista jefe de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas de Washington.