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Para tener Internet, hay que pagar. Otorgar acceso a la Web requiere de una inversión por la cual los proveedores de Internet suelen cobrarles a sus suscriptores. Sin embargo, algunas empresas no están satisfechas con estos ingresos y demandan además una cuota a ciertas páginas de Internet.
Los defensores de la libertad en la red afirman que obligar a los portales a dar una cuota para subir su contenido va en contra de la naturaleza de Internet. Estos argumentos se fundamentan principalmente en la llamada teoría de la neutralidad de la red (net neutrality en inglés) propuesta por el profesor en derecho de Columbia, Tim Wu.
De acuerdo con Wu, los servidores de Internet y órganos de gobierno deben tratar toda la información en la Red del mismo modo. Esto conlleva la prohibición de discriminar o cobrar de manera adicional de manera especial a un cliente, sitio, plataforma, aplicación o computadora.
Si el gobierno no garantiza la neutralidad de la red, los proveedores de Internet tendrían el poder de decidir qué contenidos deben estar más accesibles para la gente. En México el problema se complica todavía más al tomar en cuenta que el mercado es dominado por Carlos Slim a través de Infinitum de Telmex.
No todos están de acuerdo con la neutralidad de la red. El debate acerca de quién debe pagar la factura por del Internet fue reavivado de manera reciente en Estados Unidos por la disputa entre Netflix y Comcast.
La pelea ocasionó que desde octubre los usuarios de Netflix sufrieran una disminución de casi 30 por ciento en la velocidad de descarga de vídeos. Al final, Netflix se vio forzada a pagar para tener acceso directo a la banda ancha con la que Comcast provee de Internet a sus clientes.
El acuerdo establece un antecedente importante en la historia del Internet. Si los proveedores como Comcast gozan de la libertad de cobrar de manera discriminada, los costos de publicar contenido en la web aumentarían de manera considerable.
El tema económico impacta de manera directa a la libertad que goza el Internet en relación con otros medios. En la web la voz de todos se escucha al mismo volumen, por lo que monopolios de información que existen, por ejemplo, en la televisión desaparecen. Sin la neutralidad de la red, los contenido proporcionados por la banda ancha serán para el mayor postor.
Discriminación legal
A pesar de que la neutralidad de la red es un tema de relevancia internacional, Estados Unidos es el país donde el debate se ha centrado. La decisión de las estadounidenses tendrá un impacto en el Internet a nivel global y puede ser tomado como referencia en México.
Por eso la decisión tomada el mes pasado por la comisión de competencia (FCC por sus siglas en inglés) cobra especial relevancia. En resumen, los comisionados establecieron que los proveedores de Internet cuentan con amplias facultades para manejar sus servicios y cuentan con la libertad de cobrar de manera adicional a las empresas por subir contenido a la red.
De acuerdo con la FCC, las compañías de Internet han realizado una inversión en infraestructura para abastecer de Internet a sus clientes, por lo que es justo que otorguen preferencia a los contenidos de su elección.
Si bien esto no significa que pueden bloquear el acceso a ciertos portales de Internet, sí pueden reducir la velocidad de descarga a su antojo.
Otros reguladores federales afirman que la medida ofrece una ventaja injusta a las grandes empresas quienes tienen más dinero para hacer llegar su contenido a los consumidores. La disputa legal gira en torno de si el Internet debe ser considerado como una utilidad vital para la población que debe ser regulada por el gobierno o no.
Internet a la mexicana
México tiene uno de los peores servicios de Internet en el mundo. El mercado dominado por Telmex se encuentra es incapaz de ofrecer una velocidad adecuada a la población.
De manera constante, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) ha señalado que México es el penúltimo de sus países miembros en cuanto a calidad de servicio, solamente superado por Turquía.
Asimismo, un reporte reciente sobre el Índice de velocidades de proveedores de Internet realizado en 13 países, México es uno de los países con peor velocidad con un promedio de 1.76 megabits por segundo (Mbps). Al respecto, destaca que Telmex es el proveedor con más baja velocidad de acuerdo con una publicación de Netflix.
Carlos Slim se defiende constantemente asegurando que las críticas a su servicio son de sus competidores y que el Internet que provee es comparable con el que existe en países desarrollados. No deja de ser paradójico que la empresa con mayor participación dé el peor servicio.
¿Quién paga por la red?
Consumidor
Los usuarios de Internet pagan una cuota para conectarse a la web, lo que en principio les debería otorgar acceso a cualquier contenido disponible en la red. La libertad de contenido es el atractivo más grande que ofrece el Internet.
Proveedor
Estas empresas requieren hacer una inversión para ofrecer el servicio de Internet. Alegan que el ingreso que reciben de sus clientes no es suficiente para mantener toda la infraestructura y necesitan cobrar a los creadores del contenido virtual.
Portal de internet
Cualquier personas puede subir contenido a Internet o crear su propia página de Internet con un servidor. Sin embargo, los proveedores buscan cobrar una extra para darles preferencia sobre el resto de los portales para compartir los costos.