Los estados pierden con el presupuesto
Las 32 entidades del país recibirán menos recursos por parte de la Federación pese a que transitan por una situación económica complicada generada por la pandemia de COVID-19
María Fernanda NavarroLa pirinola del Presupuesto 2021 ya giró y a los estados les tocó perder.
Las 32 entidades del país se van a tener que apretar el cinturón en el 2021 toda vez que recibirán una proporción más pequeña de los recursos que el Gobierno de la Cuarta Transformación reparte a través de participaciones y aportaciones federales.
En plena e incipiente recuperación de las crisis económica y sanitaria que provocó la pandemia por COVID-19, se repartirá una bolsa de 1 billón 867 mil millones de pesos, que representa una disminución de 5.5 por ciento en relación con el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2020.
Esta disminución es 18 veces más grande que la caída del 0.3 por ciento en el presupuesto total para 2021.
El gasto federalizado está compuesto por participaciones, que ascienden a 921 mil 402 millones de pesos; aportaciones, que se integra por una bolsa de 836 mil 097 millones; convenios, con un total de 100 mil 693 millones; así como los subsidios integrados por el Ramo 23, que contará con nueve mil 145 millones, mismo que a partir de 2020 ya no contará con el Fondo Metropolitano y el Fondo Regional.
Con los recursos de las participaciones federales, cuyo monto se calcula tomando en cuenta el nivel de recaudación y el nivel económico de cada entidad, los estados cubren gastos para el funcionamiento de sus instituciones y gobiernos locales.
Las aportaciones se enfocan en cubrir gastos en materia de educación pública, infraestructura social y su monto se define a través de una fórmula que privilegia a los estados con mayor rezago económico.
En tanto que los componentes restantes, como los enfocados en el Ramo 23 se concentran en infraestructura urbana.
En ese sentido, la disminución de estos recursos preocupa debido a que impactan directamente al funcionamiento cotidiano de los estados, advierte Christopher Cernichiaro, coordinador de finanzas públicas locales en el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
La alerta aumenta en estados altamente dependientes del gasto federalizado, como Guerrero, Chiapas, Michoacán, Hidalgo y Oaxaca, en donde más del 90 por ciento de sus ingresos no son propios.
Pero también advierte que la disminución obedece a la contracción en la recaudación por parte del Gobierno federal, provocada por la crisis económica que se vive este año.
“La Recaudación Federal Participable depende de la actividad económica, si ésta se contrae, bajan las aportaciones, finalmente esta contracción del gasto federalizado es consecuencia del fenómeno económico que estamos transitando. Tan sólo en México, el Fondo Monetario Internacional espera que el PIB del país se contraiga hasta nueve por ciento”, señala el especialista.
De acuerdo con la Ley de Coordinación Fiscal, el gasto federalizado se debe financiar con la Recaudación Federal Participable que es del orden de tres billones 351 mil millones de pesos, bolsa que se conforma con el cobro de impuestos, derechos de minería, así como 80.29 por ciento de los ingresos petroleros del gobierno federal.
Alternativas al presupuesto en los estados
Para tratar de subsanar la disminución de los recursos federales, los gobiernos locales tienen dos alternativas: adquirir deuda pública y, en mediano y largo plazo, reforzar sus capacidades recaudatorias.
Diversos estados se encuentran en condiciones óptimas para aumentar su deuda subnacional, sobre todo con las recientes modificaciones a la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, con las que los gobiernos pueden contratar y reestructurar financiamientos sin la autorización de la legislatura local, siempre y cuando se acrediten situaciones extraordinarias, explica Mylene Cano, Jefa de Análisis Económicos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Aumentar su recaudación local es también muy importante, sin embargo bajo en el contexto de crisis económica, es poco probable que se obtengan resultados positivos inmediatos, detalla.
Cernichiaro incluso propone una tercera alternativa, enfocada en aumentar la recaudación a nivel federal a través de métodos de cobranza efectivos integrados por las autoridades fiscales y sin necesidad de aumentar impuestos.