El sistema económico de Estados Unidos enfrenta un nuevo caso de redes de corrupción que pone en evidencia la falta de regulación financiera.
Es la historia de cómo Jon Corzine, un ex gobernador de Nueva Jersey, termina su carrera política para ser el CEO de una antigua firma financiera, y en menos de 2 años la lleva a la bancarrota ahogada en demandas de fraude y malos manejos del dinero de los clientes.
Esta semana se dio a conocer que un consejero de la firma culpó directamente a Corzine de llevar a MF Global a su colapso financiero, y lo piensa demandar por incumplir su deber fiduciario y negligencia.
La firma aparentemente perdió cerca de 1.6 mil millones de dólares de sus clientes, cantidad millonaria que Corzine asegura desconocer a dónde fue a parar.
¿Cómo puede una sola persona quebrar una firma de 228 años en tan solo 19 meses?
El Golden Boy de Wall Street
Este personaje muestra cómo las influencias del mundo financiero llegan a los más altos niveles del gobierno y, al seguir su historia, nos lleva a entender qué tan impregnado está el negocio en las decisiones políticas.
Jon Stevens Corzine creció en el mundo de la banca, en su natal Chicago. Graduado de la Universidad de Chicago, empezó a trabajar en Goldman Sachs desde sus 28 años.
Era formidable en su estrategia agresiva y retadora en un tiempo donde la banca temía a mayor grado las situaciones de riesgo. Su crecimiento dentro de Golman Sachs fue abrupto, tanto que llegó a ser del comité de más importancia dentro de la firma.
En la lucha de poder dentro de las corporaciones con más prestigio, se reporta que tuvo conflictos con otro CEO de GS: Henry Paulson.
Para el 2000, Corzine renunció a Goldman Sachs, con una cartera valuada en 400 millones de dólares, y Paulson fue nombrado CEO, y tras unos años, llegó a ser Secretario del Tesoro de Estados Unidos. De aquí, Corzine tuvo otros planes más intrépidos.
En el 2000, Corzine buscó y ganó la senaduría del estado de Nueva Jersey por el Partido Demócrata, mucho gracias a sus amigos que conoció al ser parte de la élite de Goldman Sachs.
De sus acciones más controversiales como senador fue el coescribir la acta Sarbanes-Oaxley. Ésta, en un afán de proteger al mercado financiero de Estados Unidos, restringe la entrada de IPOs al sistema financiero.
En principio aclamada por Alan Greenspan como una gran ayuda a la estabilidad del sistema financiero, hoy en día es marcada como una gran agraviante a la crisis del 2008. Casualmente, esta acta fue muy favorable para las ganancias de Goldman Sachs.
En el 2005, Corzine buscó y ganó la gubernatura del estado de Nueva Jersey. No fue exactamente una competencia justa, pues Corzine pudo conseguir más del doble del dinero que su contraincante en la elección para gobernador.
Durante toda su campaña política fue un gran benefactor para la causa demócrata. En la carrera para la candidatura demócrata para la presidencia en el 2008, se reportó que donó 1 millón de dólares para la campaña de Hillary Clinton, y al perder ésta la candidatura contra Barack Obama, Corzine se mostró como un gran apoyo hacia Obama.
Hubo un caso donde Corzine otorgó medio millón de dólares a un promotor demócrata en Nueva Jersey a nombre de Joseph Ferriero, quién fue después acusado de fraude y corrupción y ahora pasa una condena de 20 años en prisión.
Tras la elección de Obama, se empezó a escuchar rumores de que Corzine podría convertirse en el nuevo Secretario del Tesoro, lo que no ocurrió.
En el 2009 Corzine luchó por la reelección para gobernador y, aunque invirtió mucho dinero en la causa, perdió contra Chris Christie del Partido Republicano.
¿Lo más importante es el cliente?
Tras perder la contienda, aceptó ser CEO de MF Global, una antigua firma de coberturas enfocada a no tomar riesgo, sino servir a inversiones de largo plazo.
Al llegar a la firma, MF Global valía cerca de 1.5 mil millones de dólares y estaba teniendo problemas para mantenerse estable. Su clientela incluía tanto al conglomerado energético Koch Industries, como a granjeros buscando cuidar el valor de su ganado.
En su jefatura, se importa a brokers de Goldman Sachs que tuvieran su misma idea agresiva, con la idea de hacer una especie de Goldman Sachs miniatura. Bajo su mandato, la firma llegó a tener apuestas de más de 4 veces su valor total. Tras una mala tirada de dados, el colapso se veía venir inminente.
Tras 228 años de existencia, la firma MF Global terminó en la bancarrota.
A Corzine le tomó 19 meses llevar a esta firma a la quiebra, marcada como una de las 10 bancarrotas más grandes en la historia de Estados Unidos.
Para colmo, mientras que otros CEOs de empresas en quiebra se adhieren la responsabilidad, la respuesta de Corzine fue que él no tiene idea de cómo desaparecieron 1.6 mil millones de dólares de sus clientes.
Desde la bancarrota de MF Global a finales de octubre del año pasado, su clientela, que incluye tanto a fondos de inversión como a pequeños empresarios, han visto cerca de un tercio de su dinero desaparecer sin respuesta.
Reportes nuevos indican que durante el tiempo con Corzine en el poder, la liquidez de la firma fue decayendo y los sistemas financieros para monitorear la liquidez y disminuir el riesgo nunca fueron implementados.
Mexicanos afectados
La apuesta de Corzine fue apostar en los famosos credit default swaps de bonos soberanos europeos, por un valor de 6.3 mil millones de dólares, cifra altísima para una firma que acostumbraba diversificar su riesgo.
En cuanto sus pérdidas empezaron a ser evidentes, la firma decidió tomar dinero de las cuentas privadas de sus clientes por cerca de 1.2 mil millones de dólaes, el cual después también perdieron.
Reglas federales de Estados Unidos prohiben a firmas tomar dinero de sus clientes para cubrir cuentas de la firma, aunque sean regresados ese mismo día.
Aún no hay ninguna denuncia a alguna persona en específico, pero el ojo del huracán está en una sola persona.
Al ser MFGlobal la principal empresa para acceder a los mercados de comodities de Chicago, muchos de los intermediarios financieros en México eran sus clientes.
A raíz de su quiebra, los interventores de la firma en Estados Unidos han restringido la salida del dinero depositado, aun cuando éste estuviera en efectivo solo como garantía para operaciones, a la fecha en el mejor de los casos solo se ha podido recuperar el 72 por ciento del dinero depositado.