Alarmados por la inestabilidad económica de sus países, los ricos de América Latina, encabezados por los brasileños, están comprando propiedades al por mayor en el sur de la Florida porque lo ven como una inversión segura.
Lo mismo hacen argentinos, colombianos, mexicanos, venezolanos, franceses, turcos y todo aquel que quiere poner su dinero a resguardo, tiene un vuelo directo a Miami y no confía demasiado en la economía de su país.
Ninguna otra ciudad estadounidense ha sufrido una renovación tan profunda como la que se registró en Miami en la última década.
Con su ubicación y su fácil acceso, las propiedades inmobiliarias de Miami representan una inversión que se valoriza en momentos en que otras actividades se tambalean.
“Toda la inseguridad que hay en el resto del mundo le recuerda a la gente lo importante que es tener bienes en Estados Unidos”, sostuvo Alicia Cervea Lamadrid, empresaria de bienes raíces involucrada en el proyecto Elysee, un condominio de 57 pisos con una bodega a disposición de los residentes en la que el departamento más barato costará 1.65 millones de dólares.
Es una de 126 torres que se planea construir en el sur de la Florida. Una muestra de la riqueza que viene del exterior es que la mayor parte de las compras se hace en efectivo.
El año pasado los extranjeros invirtieron 6 mil 100 millones de dólares en propiedades inmobiliarias en Miami, el 36 por ciento del total de inversiones en ese ramo, según la Asociación de Empresas Inmobiliarias de Miami. A nivel nacional, los extranjeros representan 8 por ciento de las ventas inmobiliarias. (AP)