Los trabajos del futuro

Muchos de los trabajos que existen hoy en día ni siquiera estaban en la imaginación hace un par de siglos. 

Ser Ingeniero en Biotecnología o en Sistemas de Computadoras era impensable durante los tiempos en que se optaba por oficios especializados en prender lámparas de gas.

Los empleos están en constante evolución, así que la Sociedad Mundial del Futuro, una organización dedicada a “interpretar el futuro”, intenta predecir en qué se ocuparán las futuras generaciones. 

El más nuevo de estos intentos es un reporte titulado “70 trabajos para el 2030”, cuyo propósito es servir de guía para los curiosos sobre el futuro.

La sociedad considera que el análisis sobre los empleos del 2030 se puede dividir en tres secciones: primera, los que ya existen, pero que se verán beneficiados con mayor tecnología.

Segunda, los que combinarán habilidades y tecnologías de diferentes empleos actuales para crear uno nuevo; y tercera, los que surgirán a partir de la necesidad de solucionar un problema común. 

Vida cotidiana en el espacio

En el primer caso, la mega tendencia más probable, según la organización, es la exploración y el turismo espacial. 

Para ello, se necesitarán personas que provean servicios similares a los de la tierra, pero en el espacio. 

Por ejemplo, un recolector de basura espacial, un astro-maestro, o un astro-botánico, todos ellos empleando sus conocimientos terrestres en órbita sobre la tierra. 

Otra gran tendencia, esta más cercana a nosotros, es la de las telecomunicaciones y su integración a la vida robótica. 

Se podrían incluso instruir a tele-policías, que observen una ciudad y la patrullen con robots en otro país a miles de kilómetros de distancia o tele-dentistas, que realicen cirugías a distancia.

También hay potencial para operadores de vehículos no tripulados, que podrían ser desde automóviles hasta aviones comerciales y jets de guerra. 

El campo de las tecnologías verdes también está esperando empleados: diseñadores de automóviles y casas verdes, o cosechadores de energía, que estarían encargados de recursos renovables. 

A su vez, surgirán aquellos que tomen de diversas profesiones actuales solo lo necesario y lo integren en un nuevo campo de trabajo. 

En esta categoría cae lo relacionado con las computadoras. 

La vasta cantidad de información que se ha generado en redes de Internet y móviles traerá la necesidad de arqueólogos digitales, cuyas excavaciones serán dentro del complicado mundo de los datos.

Y ya en ese tema, florecerán nuevas profesiones para cuantificar y obtener más datos. 

En vez de esperar a que la información sea creada de manera independiente por los usuarios del Internet, las empresas y gobiernos contratarán a “tetrabiteros”, personas cuyo trabajo será recolectar la mayor cantidad de datos que puedan. 

Desde que se despierten usarán lentes para grabar video, sensores para medir temperaturas y autos que “sientan” al tráfico y graben conversaciones ajenas. 

Será uno de los trabajos más fáciles y codiciados: lo único que exige es caminar alrededor de la ciudad usando los lentes y algunos sensores (mientras se realiza cualquier otra actividad personal), y cobrar un generoso cheque.

Además, con tantos datos, los usuarios y analizadores de ellos, como estadísticos o matemáticos, estarán en gran demanda. 

¿Exceso de optimismo?

En la tercera rama, los solucionadores de problemas, estarán todos aquellos enfocados en hacer empresas y gobiernos más humanos.

Habrá buscadores de talentos globales, que viajen incesantemente a lo largo y ancho del mundo reclutado a los mejores empleados para sus empresas.

Surgirá también la necesidad de contar con administradores de tu vida virtual, quienes se asegurarán de manejar tu marca personal y tu presencia en los mundos digitales.

La incesante tala de arboles y degradación ambiental también dará cabida a los “doctores de árboles”, que manipularán semillas y DNA de las especies para asegurarse de que crezcan más rápidamente y sean más eficientes en producir oxígeno. 

 Bajo estas ópticas, el futuro puede parece como un lugar bastante avanzado. 

Desde luego que, aunque ellos son los expertos en evaluar y predecir, a los demás no nos resulta difícil imaginar que las cosas serán algo diferentes.

Lo curioso de los ejercicios de imaginación como estos es que tienden a sobreestimar el avance de la tecnología. Por ejemplo, hace años se decía que para el 2012 estaríamos viajando en automóviles voladores. 

La Sociedad Mundial del Futuro hizo un artículo parecido en 1979, sobre los trabajos del futuro, y si bien algunos resultaron correctos, muchos otros (especialmente los “verdes”), todavía siguen apareciendo en esta lista del 2012. 

¿El futuro nos alcanzará esta vez?

Profesiones de avanzada

Los empleos del futuro que rebasan nuestro presente:

— Pulidor de robots

Claro, se necesitarían también los robots. Pero asumiendo que existiesen, alguien los tiene que limpiar.

— Escritor de wikis

Los escritores de wikis tendrán que traer el conocimiento hacia las personas comunes. Se prevé que estos serán mucho más personalizados que el Wikipedia actual.

— Arquitecto de realidad aumentada

Todo un mundo virtual necesita también su estética. Los arquitectos de los mundos vistos a través de la computadora ayudarán a crear ambientes agradables para todos.

— Recolector de basura espacial

Para asegurar la sana y agradable visita al espacio, alguien tendrá que recoger toda la basura que hemos desechado a lo largo de las décadas. 

¿Se hará realidad?

Masificar el turismo espacial es una de las posibilidades más soñadas.

Opciones futuristas

De acuerdo con este estudio, en el 2030 habrá nuevas áreas de oportunidad con los que no contamos ahora.