Traje de baño, protector solar, computadora portátil y conexión Wifi, estos son los elementos imprescindibles para unas vacaciones ideales para los viajeros en el mundo pospandemia.
El auge de los esquemas de trabajo a distancia o híbridos, que exigen a los empleados presentarse unos días en sus lugares de trabajo y otros hacerlo de forma remota, han permitido a miles de personas trabajar mientras visitan un destino turístico.
Esta tendencia se ha extendido poco a poco, pese a que hasta hace unos años se identificaba entre un grupo pequeño de viajeros conocidos como Nómadas Digitales, porque sus características de vida y empleo les permitían viajar constantemente y trabajar desde casi cualquier latitud. De hecho, la industria turística empieza a moldearse ante estas nuevas necesidades y deseos de los viajeros.
A través de una encuesta global a siete mil viajeros elaborada por Airbnb, la plataforma de servicios de alojamiento, se observó que 38 por ciento de los viajeros tienen empleos remotos o híbridos y muchos de ellos no están interesados en retornar de forma definitiva a sus oficinas, además 63 por ciento espera tener más flexibilidad por parte de sus empleadores.
Bajo este esquema laboral hay mucho interés para viajar mientras las personas realizan su trabajo, además de hacerlo a destinos y de formas diferentes a las que se acostumbraba, señala Carlos Olivos, director de Comunicación de Airbnb para América Latina de habla hispana.
Para aprovechar esta tendencia, Airbnb ofrece herramientas para las “búsquedas flexibles” con el objetivo de que sus usuarios detecten espacios de alojamiento con las características específicas del viaje que necesitan hacer, así como la verificación de la capacidad de Wifi que tienen los hospedajes y revisiones de accesibilidad.
“Los viajeros ya no están restringidos por la semana laboral, entonces como vimos que la flexibilidad era el gran tema lanzamos estas modificaciones a la plataforma… Desde su lanzamiento en mayo se han registrado 500 millones de búsquedas con esta herramienta y en el caso del filtro de Wifi se han hecho 280 millones de búsquedas a nivel global”, explica el director de Comunicación de Airbnb para América Latina.
Esta tendencia de viajes es apenas una de las facetas de la evolución de los hábitos de los viajeros que se presentaron como consecuencia de la pandemia por COVID-19. Otro de los cambios detectados durante los primeros meses después del relajamiento de las medidas de confinamiento fue la intención de los viajeros por salir a lugares cercanos y llegar a ellos en automóvil.
“Una vez que empezaron a levantarse las restricciones de quedarse en casa lo primero que identificamos es que la gente quería reconectar. A través de una encuesta que hicimos 70 por ciento de los mexicanos querían viajar con su familia cercana y amigos, porque necesitábamos volver a estar juntos, con esta tendencia de la reconexión la gente empezó a viajar cerca de sus casas o sus lugares de origen”, explica Olivos.
Otra característica en la mayoría de los viajeros es que buscan apoyar marcas de viajes sustentables con el 68 por ciento de los encuestados, además la seguridad es una prioridad para el 65 por ciento de los viajeros.
Lenta recuperación
Esta reintegración que está viviendo el turismo luego del devastador efecto de la pandemia por COVID-19 y con ello la recuperación de los viajes, empleos del sector y la derrama económica es lenta pero continua, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Turismo y el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC).
Durante 2020, el sector de viajes y turismo contribuyó con 5.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, lo que representó una disminución de 4.9 por ciento respecto a 2019, además de registrarse la pérdida de 62 millones de empleos.