Mal negocio para los mexicanos

De acuerdo a estadísticas de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, las utilidades de los seis bancos más importantes del país, cuatro de los cuales son extranjeros, aumentaron en promedio 61% durante febrero del 2012.

Esto sería una gran noticia, si no fuera porque las ganancias que se están dando por el sistema bancario en México no se están quedando aquí.

De acuerdo al FMI, los extranjeros acaparan el 82% de los activos de los bancos, sin embargo, pese a su alta rentabilidad, es bajo el porcentaje que se reinvierte en México.

El caso es especialmente notorio con bancos españoles, donde la tendencia ha sido retirar sus ganancias de México para solventar sus pérdidas en Europa.

Pese a que una ley aprobada en el 2010 otorga al Banco de México facultades para que vigile que las instituciones financieras otorguen préstamos en condiciones accesibles y razonables, e incluso establezca límites a las tasas de interés de operaciones específicas, los bancos continúan cobrando tasas de interés notablemente mayores a las de sus países de origen.

El FMI nota que, previo a la crisis del 2008, el consenso mundial era que la introducción de bancos foráneos a un país emergente crearía una situación más favorable para el país, pues en teoría mejorarían la competencia, incrementando el acceso al crédito.

Este consejo se tomó a pulso en todo el continente. En los últimos 15 años, aumentó en un 26% la parte de los activos bancarios que son de dueños extranjeros en América Latina.

Los de afuera

En México, de los antiguos bancos de patrimonio nacional, la mayoría han sido comprados por bancos extranjeros.

Santander Serfin y BBVA Bancomer ahora son de patrimonio español, Grupo Financiero Banamex es ahora estadounidense y miembro de Citigroup, además de la introducción de HSBC con ascendencia inglesa, e ING México con aportación holandesa.

Con la excepción de Banorte y bancos enfocados al microcrédito o ligados a cadenas comerciales, el mercado de la banca en México no lleva el águila y la serpiente en su escudo.

Para muchas de estas organizaciones, su negocio en México es de los más importantes en el mundo en cuanto a ganancias, dadas las condiciones de mercado que imperan en el país.

Por ejemplo, para BBVA Bancomer, casi un tercio de sus ganancias mundiales provienen de México.

El FMI detalla otras razones en un estudio. Ellos notan que los bancos foráneos, a diferencia de los nacionales, escogen más detalladamente a las personas que les ofrecen crédito.

Esto ha causado que el acceso al crédito incluso disminuya en algunos casos.

Ganancias en fuga

La idea original de abrir el país a inversión extranjera era que el capital foráneo aportaría al desarrollo del país. Sin embargo, como habrá notado cualquier deudor de tarjetas de crédito, esto se ha acompañado de un alto costo.

¿Cuál es el beneficio si las ganancias tienen la completa libertad de salir del país sin contribuir en su crecimiento?

La situación regulatoria en México abre la puerta para que en cualquier momento de crisis, todo el patrimonio invertido pueda ser retirado sin que nadie imponga restricción.

Un claro ejemplo es Santander, que ante la áspera situación bancaria en España anunció que va a colocar 25% de su participación en Santander Serfin en la Bolsa Mexicana, con tal de recuperar suficientes fondos para cubrir sus pérdidas en Europa.

Factor de riesgo

— El principal determinante de la tasa de interés es el riesgo. Un prestamista decide otorgar un crédito sabiendo que existe la posibilidad de no recibir de regreso el dinero.

— Es por esto que a mayor riesgo de impago, el prestamista cobrará una mayor tasa de interés para protegerse.

— El riesgo proviene de distintas maneras. Por un lado existe la dificultad de cobrar la garantía en caso de que las instituciones legales no tengan registros claros.

— Mientras el riesgo país de México está a menos de la mitad del de España, los tarjetahabientes mexicanos pagamos el doble que los españoles.