El Banco de México (Banxico) le cumplió al mercado. La Junta de Gobierno de la entidad decidió por unanimidad incrementar la tasa de interés en 25 puntos base, de 7.50 a 7.75 por ciento, en un intento por controlar la inflación al considerar que algunos riesgos se están materializando.
Otros factores que influyeron en la decisión del organismo encabezado por Alejandro Díaz de León fueron la incertidumbre por las elecciones en México, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las tensiones por una posible guerra comercial.
Desde mediados de abril pasado, la moneda mexicana se ha depreciado 12 por ciento frente al dólar. El deterioro del peso sólo ha sido superado por la lira turca, el peso argentino y el rand sudafricano, de acuerdo con el análisis de divisas emergentes de JPMorgan.
El anuncio de Banxico siguió los pasos de la Reserva Federal de Estados Unidos, que hace unos días aumentó en 25 puntos base su tasa de referencia, para ubicarla en 2.0 por ciento, desde 1.75 por ciento.
“El Banco de México igualó el marcador de la Fed, ya que si se quedaba rezagado corría el riesgo de que se generaran movimientos de capitales a favor de Estados Unidos, país en donde se ofrecen mayores rendimientos”, dice Esteban Rojas, analista de mercados financieros.
Entonces… ¿qué pasa si tengo créditos?
Banxico basa su política monetaria en la tasa de referencia, la cual sirve para establecer los intereses de diversos productos crediticios y de inversión. Es importante aclarar que un aumento en el indicador tiene un impacto diferente en cada caso.
Banxico basa su política monetaria en la tasa de referencia, la cual sirve para establecer los intereses de diversos productos crediticios y de inversión. Es importante aclarar que un aumento en el indicador tiene un impacto diferente en cada caso.
La TIIE sirve para poder establecer créditos para las empresas que colocan en bolsa deuda o que quieren adquirir créditos en el corto plazo.
Rojas explica que en algunas ocasiones las tarjetas de crédito están referenciadas o se mueven muy de cerca de las decisiones que toma Banxico en el corto plazo. Sin embargo, esto no significa que la entidad financiera incida en los intereses que cobran los bancos a sus clientes, a menos que estén a una tasa variable.
“El problema es que en México la mayoría de los plásticos se encuentra bajo este esquema”, manifiesta el economista.
En el caso de los créditos hipotecarios, el incremento de la tasa de referencia no tiene un mayor impacto, a menos que estos hayan sido contratados a tasa flotante (variable). De igual forma, los créditos automotrices no se verán afectados por los movimientos de Banxico.
“Los créditos de vivienda y de autos no se mueven de acuerdo a lo que haga el Banco de México, ya que están más relacionados con los bonos de Estados Unidos de largo plazo”, añade Rojas.
La tasa variable ofrece atractivos beneficios, el problema es que el consumidor queda más expuesto ante las decisiones del banco central.
Ante el actual panorama económico, Rojas recomienda ser más conservador en la adquisición de bienes y en la contratación de créditos en el corto plazo, a menos que la situación financiera de las personas sea estable.
“Todavía se esperan situaciones complicadas en el corto plazo, por ello es importante ser precavidos para evitar un deterioro en la economía familiar”.
