Sobrecosto, opacidad y sospecha de corrupción ve la publicación londinense The Economist en el proceso de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) que se edifica en Texcoco.
En un extenso artículo, el medio inglés destacó las dudas que se han generado desde el inicio de la construcción, incluido el riesgo de peligro para 100 mil aves migratorias que llegan al lugar en su camino al sur, además de las inundaciones que se podrían registrar.
“En México, dos tercios de la población no se ha subido a un avión, lo que hace que el aeropuerto parezca un adorno para los ricos”, afirma la publicación.
Además acusó que el presupuesto inicial proyectado por el gobierno de Enrique Peña Nieto, de 285 mil millones de pesos, ha crecido sustancialmente en un 70 por ciento, aproximadamente, debido a los cambios que se han realizado a los planos originales y a la celeridad para terminar las obras.
“Los contratos se adjudicaron de manera transparente, pero las compañías que las obtuvieron no están obligadas a informar sobre su progreso… eso alimenta una sospecha de que los costos excesivos son el resultado de la corrupción”, se lee en la revista.
“Las deficiencias son resultado del proceso acelerado y descuidado de México para planificar y aprobar grandes proyectos sin consultar a los residentes que serán afectados por las obras”, aseguró el articulo.
Como ejemplo, la publicación citó proyectos como la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México en la cual “los procedimientos de mala calidad” afectaron la obra.
Sobre la consulta que realizará el equipo de Andrés Manuel López Obrador, The Economist advirtió que ésta podría estar muy lejos de un ser un ejercicio democrático pues a diferencia de consultas realizadas con el mismo fin en Berlín y Nantes, no será organizada por el Instituto Nacional Electoral (un organismo oficial) sino por un gobierno de transición.
Al referirse a la ampliación de la base aérea de Santa Lucía, la publicación advirtió que este proyecto podría tener graves problemas para los pasajeros pues, para iniciar, está más lejos del centro de la Ciudad que Texcoco, aunado a la ruta de aviones, los cuales deben pasar por el mismo corredor en el noroeste, “corriendo el riesgo de colisionar”.
Según el medio inglés, las encuestas revelan que las cerca de 100 mil personas que participarán en la consulta se decantarán a favor de la continuación de las obras en Texcoco aunque “la consulta podría no reflejar eso”.
Advirtió que la próxima consulta será el primer ejercicio en la democracia popular de Andrés Manuel López Obrador, lo que podría definir el futuro de las mismas.
