La sombra de AMLO

A todas luces, Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en el factor determinante de los mercados financieros en México.

Luego de que se dio a conocer que el PRI retendría el control del Estado de México, el peso volvió a su mejor nivel frente al dólar de los últimos siete meses. De acuerdo a un reporte para clientes emitido por JP Morgan,  el tipo de cambio se habría depreciado hasta llegar al límite de los 19 pesos por dólar, en caso de una victoria de la candidata de Morena, Delfina Gómez.

De hecho, en las horas iniciales de los resultados preliminares de la elección del Estado de México, cuando Delfina Gómez se encontraba a la cabeza, el mercado actuó con deferencia hacia el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador. Al abrir los mercados asiáticos, el tipo de cambio transitó de los 18.56 pesos por dólar registrados el viernes, a un nivel de 18.53 pesos por dólar.

Posteriormente, cuando  el Instituto Electoral del Estado de México dio a conocer los resultados del conteo rápido, atribuyendo una victoria virtual al candidato del PRI, Alfredo del Mazo, el peso rápidamente recuperó el terreno perdido.

La dinámica del tipo de cambio fungió como una calca de las expectativas de los resultados electorales del Estado de México, el estado más poblado del país, referido como la antesala natural del proceso electoral presidencial de 2018.

Para más de un analista político, la victoria de Morena en las elecciones del fin de semana habría allanado el camino a la presidencia para Andrés Manuel López Obrador. El presidente nacional de Morena, quien ha sido candidato presidencial en dos ocasiones y es señalado como una figura antisistema, es el líder indiscutible de prácticamente todas las encuestas de cara al 2018.

Candidato antisistémico

La retórica antireformista de López Obrador, así como sus pronunciamientos a favor de una política económica de corte estatista aún asustan al mercado internacional.  Un documento de investigación del banco UBS, firmado por el economista Rafael De la Fuente,  argumenta que “la dinámica fiscal” del país podría estar en riesgo en una hipotética presidencia de López Obrador, ya que éste no se ha pronunciado  a favor de una reforma tributaria.

México no sólo es el país que menos recauda entre los miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, sino que la estabilidad fiscal representa uno de los riesgos macroeconómicos más latentes para el país. Recientemente, la calificadora Moody’s comunicó que la deuda soberana de México mantendría su calificación de A3 si, y sólo si las autoridades fiscales mostraban capacidad para reducir el nivel de deuda pública, lo que permitiría alcanzar el objetivo declarado de llegar a un superávit fiscal primario para fin de sexenio.

En ese sentido, es entendible por qué la conjugación de este escenario con la promesa de una política fiscal expansiva de parte de López Obrador genera inquietud entre los inversionistas.

La semana pasada, el Banco Mundial recortó sus expectativas de crecimiento para México, en 2018 y 2019 en 0.3 puntos porcentuales. Aunque no se mencionó el caso específico de Andrés Manuel López Obrador, el organismo señaló de manera explícita, que esto era consecuencia de una mayor incertidumbre para el marco de política económica, incertidumbre que deriva, en gran medida de la naturaleza esperada del próximo ciclo electoral.