A merced de los paisanos
Al igual que los ingresos petroleros, las remesas son un componente cíclico del ingreso en México, además de representar una proporción importante del PIB, con cerca del dos por ciento, evidentemente muy por debajo del petróleo, pero significante.
Lo común de estas dos variables es que dependen de factores que el gobierno mexicano puede hacer poco para mejorar la situación.
Alberto Morales
Al igual que los ingresos petroleros, las remesas son un componente cíclico del ingreso en México, además de representar una proporción importante del PIB, con cerca del dos por ciento, evidentemente muy por debajo del petróleo, pero significante.
Lo común de estas dos variables es que dependen de factores que el gobierno mexicano puede hacer poco para mejorar la situación.
La diferencia es que la baja tendencia de las remesas le puede pegar fuerte a algunos de los estados con menores ingresos, mientras que los ingresos petroleros pueden ser administrados por el gobierno federal para el mejor uso.
La importancia de las remesas radica en que es un componente de nuestro ingreso que no genera costo alguno (además de la fuerza laboral que migra). Los flujos de remesas constituyen “efectivo” neto para las familias.
El lunes pasado se dio a conocer la caída en la variación porcentual del mes de octubre, con una tasa de 7.08 por ciento. En el mismo mes del año pasado, las remesas llegaron a mil 912 millones dólares, pero en este año se redujeron a mil 777 millones de dólares.
¿Quiénes acaparan los envíos?
Con información presentada por Banxico podemos observar el porcentaje de las remesas según la entidad federativa, con la última actualización para el periodo julio-septiembre 2012.
Esto debe ser tomado en cuenta para entender el comportamiento de ingresos de los estados y poder formular políticas económicas para apoyar a aquellos que fueran a perder más ingreso debido a la caída de las remesas.
El estado que relativamente recibe más ingresos por este rubro es Michoacán con un 9.6 por ciento del total de las remesas. Le siguen Jalisco y Guanajuato con un 9.52 y 8.06 por ciento, respectivamente.
Otros estados con bajos ingresos que tienen alta dependencia de los ingresos por remesas son Guerrero e Hidalgo con 5.3 y 3.23 por ciento del total.
Si bien el porcentaje parece bajo, por el ingreso bajo de estos estados, la dependencia a las remesas es mayor.
Por otro lado, los estados que relativamente reciben menos remesas son Baja California Sur (0.188), Campeche (0.253) y Quintana Roo (0.406). Estos estados sufrirían menos en caso de que la tendencia de las remesas siga a la baja.
¿Por qué bajan las remesas?
Las principales causas que enumeran los analistas para explicar esta tendencia a la baja son dos: el alto desempleo en Estados Unidos y la movilidad del tipo de cambio.
Si no hay trabajo para los migrantes mexicanos hay menos posibilidades de enviar remesas, incluso para aquellas familias de origen mexicano que ya están documentadas, pero que siguen mandando flujo de dinero hacia nuestro país.
Esto difícilmente puede ser controlado por el gobierno mexicano, lo cual representa una fuerte limitante.
Además de que nuestros ingresos dependen altamente de los ingresos norteamericanos debido al impacto en las exportaciones, también nos afecta su deteriorada economía por la vía de las remesas.
En cuanto a la movilidad del tipo de cambio, se argumenta que en octubre de 2011 el peso tuvo una depreciación de 3 por ciento respecto al dólar, lo cual hizo que aumentara fuertemente el nivel de remesas.
La lógica detrás de este argumento es que, en caso de que el peso tenga una apreciación frente al dólar, la gente en Estados Unidos mandaría menos remesas porque su envío pierde valor. De esta manera prefieren esperar a un mejor nivel de tipo de cambio para enviar las remesas.
Estudios académicos incluso han encontrado que entre mayor sea la volatilidad del tipo de cambio, menor el nivel de remesas enviados (particularmente para el caso mexicano). En este sentido el Banco de México sí podría hacer algo al respecto, procurando que la volatilidad de esta variable sea baja.
Otro facyor que debe ser considerado es el nivel de migración de mexicanos hacia Estados Unidos, que también ha ido a la baja. Las razones varían entre la poca oportunidad laboral, el mayor rigor implementado por Estados Unidos (Ley Arizona, por ejemplo), y el riesgo de cruzar el territorio mexicano y ser víctima de la delincuencia organizada.
Si hay un freno en la migración, evidentemente las remesas van a ser más bajas. Esto no debe preocupar si el caso es que los trabajadores pueden encontrar aquí trabajos con remuneraciones similares a las que recibían en el país vecino.
Sin embargo, en caso de que esos trabajadores no puedan encontrar trabajo, el nivel de pobreza en México va a tender a aumentar. Particularmente en estados como Guerrero e Hidalgo, que ya viven en alta marginación.