México: El cajero favorito
La concentración del mercado bancario en el país y la escasa regulación por parte de las autoridades garantizan grandes ganancias para las instituciones financieras.
A pesar de que bancos como HSBC y Citigroup se enfrentan a multas e investigaciones en Estados Unidos por las malas prácticas de sus filiales mexicanas, las empresas se han aferrado a continuar su actividad en territorio nacional.
Con precios elevados que permiten tasas de rentabilidad cercanas al 20 por ciento, a los bancos extranjeros se les dificulta cerrar sus operaciones en el país.
Rolando Hinojosahttps://www.youtube.com/watch?v=jyzrG8X0rLw
La concentración del mercado bancario en el país y la escasa regulación por parte de las autoridades garantizan grandes ganancias para las instituciones financieras.
A pesar de que bancos como HSBC y Citigroup se enfrentan a multas e investigaciones en Estados Unidos por las malas prácticas de sus filiales mexicanas, las empresas se han aferrado a continuar su actividad en territorio nacional.
Con precios elevados que permiten tasas de rentabilidad cercanas al 20 por ciento, a los bancos extranjeros se les dificulta cerrar sus operaciones en el país.
Mientras tanto, los mexicanos siguen esperando los frutos de la reforma financiera que prometió una mayor competencia en el sector y menores costos para el público en general.
Concentrados y caros
Parte de la razón por la cual los bancos mexicanos son tan valiosos, con tasas de rentabilidad financiera que se acercan al 20 por ciento, tiene que ver con la concentración de este sector en el país.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) reporta que, a marzo de este año, cuatro de los 23 grupos financieros que operan en el país concentraban el 69.2 por ciento de los activos totales del sector: BBVA Bancomer (23.4 por ciento), Banamex (16.1 por ciento), Banorte (15.6 por ciento), y Santander (14.1 por ciento).
Este alto grado de concentración contribuyó a que en julio del año pasado la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) concluyó que “en el sector financiero mexicano existen condiciones que facilitan la coordinación de los agentes económicos, lo que puede generar efectos anticompetitivos”.
En este sentido, un rubro que ha preocupado a las autoridades y a los críticos de los bancos es el del crédito, que a marzo de este año representaba el 42.2 por ciento de los activos totales del sector financiero.
A pesar de que la tasa de interés de referencia del Banco de México (Banxico) se encuentra en un bajo histórico de 3 por ciento, las tasas de interés cobradas por los bancos sobre los créditos que otorgan se encuentran muy por encima de esta cifra.
Banxico reporta que a mediados del año pasado las empresas podían esperar pagar alrededor del 7 por ciento sobre sus préstamos, mientras que los hogares se enfrentaban a tasas de casi 30 por ciento sobre el crédito al consumo y de aproximadamente 11 por ciento sobre el crédito de vivienda.
Por su parte, los bancos han justificado las altas tasas de interés que cobran señalando que el crédito en México sigue siendo significativamente riesgoso. Esto se refleja en los índices de morosidad, los cuales no sólo se mantienen altos sino que además, en áreas como el crédito al consumo, siguen aumentando gradualmente.
Justificadas o no, las altas tasas de intereses cobradas en el país han impulsado los ingresos y rentabilidad de los bancos, y han vuelto a las subsidiarias mexicanas de los bancos multinacionales más importantes dentro de sus operaciones globales.
¿Vender la mina?
A pesar de lo rentables que son los bancos mexicanos, algunos de ellos han dado dolores de cabeza a sus matrices. Esto incluso ha llevado a especulación y rumores de venta en el caso de Banamex y de HSBC México.
En el caso de Banamex, el escándalo de Oceanografía dio pie a rumores de que el banco sería vendido por Citigroup. Sin embargo Michael Corbat, el director ejecutivo de Citi, negó estos rumores, diciendo “no somos vendedores de Banamex. Y no creo que podamos ser más claros al respecto”.
Sin embargo, se prevé que Citi sí se deshaga de parte de las operaciones de Banamex, específicamente de su unidad Banamex USA. Esto debido a que Banamex USA se enfrenta a investigaciones por parte de las autoridades estadounidenses, que la acusan de tener laxos controles para evitar el lavado de dinero.
Otro banco que se enfrenta a rumores de venta es HSBC, que recientemente anunció que venderá sus subsidiarias en Brasil y Turquía además de recortar 25 mil empleos de su fuerza laboral.
En febrero de este año, Stuart Gulliver, director ejecutivo de HSBC, indicó que las subsidiarias del banco en México, Brasil, Turquía y Estados Unidos no estaban ofreciendo un buen desempeño.
Gulliver advirtió que a raíz de esto las subsidiarias tenían de uno a dos años para cambiar de curso, o de lo contrario “tendríamos que pensar en soluciones más extremas para el problema”.
Para HSBC México, que el año pasado registró un rendimiento financiero de 2.2 por ciento (muy por debajo del 10 por ciento que busca el grupo) y que ha representado un problema debido a las sanciones que se le impusieron al grupo en 2012 por lavado de dinero, las declaraciones de Gulliver no fueron nada alentadoras.
Sin embargo, durante una entrevista reciente con el diario Reforma, Gulliver aseguró que su unidad mexicana no está en venta, diciendo que “no tiene ningún sentido que HSBC venda su operación bancaria en México”.
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