Vianney Aguirre tiene 35 años y desde 2016 no cuenta con un empleo formal. La diseñadora gráfica desistió en su búsqueda porque su edad resultó un factor poco favorable ante los ojos de reclutadores
“Cuando me postulaba para un puesto lo primero que me preguntaban era mi edad y la respuesta era que buscaban a alguien más joven porque son quienes están más familiarizados con las nuevas tendencias de nuestra profesión”, relata la profesionista.
Aguirre forma parte de la generación del Milenio, jóvenes que se encuentran entre los 22 y 37 años y que para 2020 representarán el 50 por ciento de la fuerza laboral, según un estudio de la empresa de consultoría Universum Global
En México, la cifra de desempleo se ha mantenido a la baja, sin embargo, los jóvenes son quienes enfrentan un panorama más complicado.
Durante los tres primeros meses de 2018, 5.8 por ciento de jóvenes entre 15 y 29 años no tenían trabajo, dato que casi duplica el nivel nacional, que es de 3.1 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advierte que el desempleo entre los jóvenes en territorio nacional se ubica en 70 por ciento, nivel que supera la tasa de desocupación entre adultos, aunque aún es menor que el promedio de América Latina y el Caribe.
“Aunque el total de jóvenes que no tienen empleo, no estudian, ni reciben capacitación disminuyó en el curso de la última década, México sigue estando entre los países de la OCDE con mayores proporciones de jóvenes que no trabajan, estudian, ni reciben capacitación”, expone el organismo en el estudio Perspectivas Económicas de América Latina 2017.
Romper esquemas
Expertos coinciden en que las características de esta generación son las que han propiciado un cambio en los esquemas laborales.
Para Elsa Villar, especialista de la facultad de Arquitectura, Diseño y Comunicación de la Universidad La Salle, los millennials encuentran oportunidades laborales que se adecúan a sus habilidades y muchas de ellas están lejos de cumplir con las características de un oficinista.
“Hay una percepción rara sobre estos jóvenes porque parece que son ninis y que no hacen nada, pero la realidad es que tienen habilidades distintas y las están aprovechando para trabajar desde casa y desempeñarse en las áreas digitales de las empresas”, declara la también académica.
Villar agrega que esta población busca sobresalir en el trabajo, pero a través de proyectos, es decir, establecen metas que son capaces de cumplir a corto plazo.
Por su parte, Alejandra Vera, gerente senior de relaciones públicas de OCCMundial, considera que encontrar un empleo es retador para cualquier profesionista experimentado sin importar la generación a la que pertenezca, por lo que recomienda a los jóvenes ser constantes y creativos al momento enviar su currículum para postularse en alguna vacante.
“Hemos ofrecido más de 550 mil vacantes en lo que va del año, la mayoría en sectores económicos como la industria manufacturera, de servicios financieros y de seguros, y aunque no podemos negar que hay una creación de empleos insuficiente, existen oportunidades”
Freelance y oficios profesionales
Vianney Aguirre ha encontrado en el trabajo independiente una forma de generar ingresos, aunque también apostó por aprender un oficio para profesionalizar sus servicios.
“Como freelance no siempre tienes trabajo o corres el riesgo de que los clientes no te paguen a tiempo, por eso decidí adquirir conocimiento sobre servicios de cuidado personal. Los cursos no son baratos, pero representan una inversión”, detalla la profesionista.
Al respecto, Elsa Villar, especialista de La Salle, considera que esta es la tendencia que enfrenta el país, en la que intervienen tanto empresas como la fuerza laboral, pues en la primera no realizan contrataciones a largo plazo y ejecutan esquemas de despidos masivos, mientras que los millennials buscan empleos en los que puedan presentar resultados por objetivos.
“Están un poco desilusionados y no les entusiasma generar antigüedad en alguna empresa, sobre todo, porque también están cambiando las posibilidades de empleo para estos jóvenes”, menciona.
Por el contrario, Alejandra Vera, de OCC Mundial, descarta que sea la tasa de desempleo entre los jóvenes de esta generación el detonante del crecimiento del esquema freelance, sino que es una tendencia en el mercado laboral, la cual está iniciando una nueva etapa mixta y fomenta que en una compañía convivan trabajadores tradicionales y externos que son contratados de forma independiente.
“La profesionalización de oficios es respuesta a la cada vez más exigente demanda de servicios o personal con las competencias necesarias para desempeñar un puesto de trabajo. No es falta de empleo, es falta de preparación adecuada para cubrir las necesidades de las empresas, por lo que las personas, incluyendo millennials, están optando por capacitarse o profesionalizar su oficio y así ofrecer tanto ventajas competitivas a las empresas, como también emprender su negocio”.