Los días están contados para las bolsas de plástico, popotes, vasos y platos de unicel. En los supermercados, tiendas de abarrotes, mercados y establecimientos de comida, el uso de estos elementos quedará prohibido a partir de enero de 2020.
María del Refugio Díaz Baena, propietaria de un local de comida casera en la Alcaldía Benito Juárez, ya comienza a resentir esta medida, pues le ha traído una pérdida económica de 60 pesos por persona cada vez que se rehúsa a darles los alimentos para llevar en recipientes de unicel y bolsas de plástico.
“Desde enero empece a decirles a mis clientes que ya no habría comida para llevar si no traían sus refractarios, muchas veces termine discutiendo con ellos, se enojaban porque no se llevaban sus alimentos y yo porque no los vendía”, detalla Díaz Baena.
Aunque aún falta tiempo para que de manera oficial esta medida se implemente en todos los estados del país, diversos tipos de establecimientos y grandes cadenas como Walmart, Chedraui y Oxxo, de forma paulatina, ya empiezan a eliminar dichos artículos, para no tomar por sorpresa a muchos de sus clientes.
Con la reducción en el uso de plástico y unicel en diversos establecimientos, la venta de bolsas plásticas registró una caída de 6.6 por ciento en los primeros siete meses del año, respecto al mismo periodo de 2018, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La industria del plástico en México desde siempre ha sido muy competitiva, ya que aporta 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y 5 por ciento del PIB manufacturero del país, y con la Ley de Residuos Sólidos las ganancias que genera podrían reducirse de manera considerable conforme más estados se sumen a la iniciativa.
De acuerdo con especialistas, la industria del plástico, al perder producción, pondría en riesgo a un millón de empleos de manera directa e indirecta, la productividad de cuatro mil empresas e inversiones por más de 30 mil millones de dólares, de acuerdo con la información de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC).
Beneficio del adiós al plástico y unicel
La Cuarta Transformación en conjunto con la Secretaria de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México esperan que con esta iniciativa se puedan cumplir los objetivos que se tienen en materia de política ambiental.
A inicios de sexenio, empresas de diferentes sectores y dependencias gubernamentales se pusieron de acuerdo para reducir la cantidad de residuos de plástico y unicel que terminan en el fondo de los océanos y acaban con la vida de más de un millón de aves marinas, 100 mil mamíferos acuáticos e innumerables especies de peces.
María del Refugio Díaz Baena platica que uno de los efectos positivos que tiene esta ley es que ahora de 20 clientes, cinco ya comenzaron a llevar sus portaviandas.
“Me gastaba cerca de 600 pesos cada semana en comprar unicel, no quiero imaginar lo que gastan las cadenas de grandes restaurantes. Aceptar las nuevas reglas va a costar trabajo, pero, la gente debe volver a educarse, tienen que dejar de lado la pereza porque la mayoría de los mexicanos prefiere tomar agua en un vaso de plástico y tirarlo a la basura, que lavar lo que ocupó”.