El primer paso para reemplazar al director de la Organización Mundial del Comercio comenzó en las juntas del Consejo General del organismo.
Los nueve candidatos contendiendo por el puesto más importante del organismo tendrán que convencer a los miembros de tener la visión correcta para el futuro de comercio internacional.
Los países miembros buscan respuestas a los llamados “asuntos del siglo 21”, que incluyen cambio climático y estabilidad en tipos de cambio. Pero además de visión, también tendrán que incluir en su currículo ante los miembros un sentido de eficiencia.
Cambio de rumbo
En los últimos años presididos por el francés Pascal Lamy, una serie de eventos de alto perfil organizados por la OMC han fallado devastadoramente.
Las negociaciones iniciadas en el 2001 conocidas como la Ronda de Doha se han estancado desde el 2008 debido a la crisis financiera mundial y preocupaciones de los países en desarrollo.
El propósito de Doha fue reducir barreras al comercio para facilitar el crecimiento.
No obstante, los oponentes argumentan que abrir más ciertos mercados dañaría desproporcionalmente más a los países pobres.
Las elecciones de la OMC, programadas para finales de mayo, reflejan ese sentido de preocupación.
Por primera vez en la historia, 8 de los 9 candidatos provienen de países en desarrollo.
Además, en las primeras propuestas pronunciadas por los contendientes se toca el tema de las nuevas negociaciones que ocurrirán en diciembre, esta vez en Bali, Indonesia, respecto al tema de Doha.
Quien resulte el nuevo director del organismo tendrá pocos meses para cultivar buena voluntad entre las partes involucradas.
Si bien de Bali no se esperan avances titánicos, todos quisieran ver u o acuerdos secundarios en áreas como agricultura y aduanas.
Por la urgencia de cerrar un trato en Bali, muchos países avanzados podrían apoyar a candidatos de países en desarrollo, lo que podría, si se diesen las condiciones correctas, significar la posibilidad de que un mexicano tome el puesto.