La violencia afecta a la tercera edad en México. Y aunque esto es poco visible, no por ello es menor. El robo y despojo son los principales delitos que dañan la estabilidad de las personas mayores en la Zona Metropolitana del país, pero las mujeres están más expuestas a esto.
En los últimos seis años, el robo se ha convertido en el principal delito que se perpetra en contra de los adultos mayores, con 35 por ciento, seguido del despojo, con 26 por ciento; amenazas, con 17 por ciento, en tanto que las lesiones y el fraude, reportan un 16 y 5 por ciento, respectivamente, según datos del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México.
Del total de estos ilícitos, 70 por ciento de las víctimas son del sexo femenino, debido a que intervienen dos factores: su esperanza de vida es mayor y son consideradas más vulnerables que los hombres.
70
Al respecto, Karina Soriano, directora jurídica del Grupo ALTO México, comparte que las mujeres mayores de 60 años están más expuestas a los delincuentes también porque muchas veces viajan solas en el transporte público o no cuentan con alguien que las asistan en el día a día.
“Estos agravios se pueden ver en todos lados, desde el hogar hasta la calle, pero en cualquier caso es importante que se denuncien para que este problema se haga más evidente”, dice Karina Soriano, directora jurídica del Grupo ALTO México.
Sin embargo, la especialista también reconoce que muchas veces por pena, desconocimiento, temor a represalias o castigos por parte de sus familiares el afectado no procede legalmente. Prueba de ello es que del total de delitos en contra de esta población, sólo 10 por ciento se denuncia
Problema invisible
En la actualidad, casi 13 millones de personas de 60 y más años existen en el país, de las cuales 53.9 por ciento son mujeres y 46.1 por ciento son hombres, revelan los últimos datos disponibles del Consejo Nacional de Población (Conapo).
Hasta finales de 2017, se tenía registro de tres instancias encargadas de procurar y atender al adulto mayor en el país, dos de ellas ubicadas en la Ciudad de México. Desde sus aperturas, en 2010 y 2015 tenían registro de 61 mil denuncias.
Aunque se ha avanzado en materia de protección de las personas de 60 años y más, Karina Soriano considera que aún quedan pendientes en la materia.
“En la capital del país existen buenos mecanismos, pero en el interior de la República Mexicana hay un gran vacío legal y es necesario que también empecemos a mirar hacia las comunidades donde no cuentan con estos apoyos”.
