Nada que celebrar

México logró un acuerdo con Estados Unidos, pero las decisiones que se tomaron son poco claras porque no se sabe si se cumplirá con lo prometido o si afectará de alguna manera a la economía nacional

México puede respirar, al menos por el momento. Los pactos con el gobierno de Estados Unidos se han caracterizado por ser armas de doble filo, aunque parezca que la economía del territorio azteca por el momento no está en riesgo, todo puede cambiar de panorama con tan solo un tuit.

La amenaza podría regresar pronto, pues el retiro de 5 por ciento de aranceles a los productos mexicanos, está condicionado a los resultados que se obtengan en los primeros 45 días, pues el gobierno de la Casa Blanca aseguró que es necesario que México se convierta en un “tercer país seguro”, en donde la detención del flujo migratorio procedente de Centroamérica, se dé a través del uso de la Guardia Nacional.

Jorge Sánchez, director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), comenta que las medidas que está utilizando el presidente Donald Trump con México y con otros países, no se debe a un tema económico, sino político, en donde la intención de presionar va de la mano con las promesas que hizo en su campaña.

Trump sabe cómo aprovechar este tipo de casos para tomar ventaja y convencer, él es muy mentiroso, no se le debe creer del todo. Para sobrellevar este tipo de negociaciones, México tendrá que ser más firme, no deberá confiarse, ni cantar victoria, porque aunque no lo sepa, sigue estando en un juego de ajedrez
Jorge SánchezDirector del Programa de Investigación Aplicada de Fundef

Las medidas que tomará México y que se conocen hasta el momento, están relacionadas al despliegue de elementos de la Guardia Nacional en 11 municipios de la frontera sur de México, los cuales tendrán la finalidad de tomar acciones decisivas para desmantelar organizaciones de tráfico y trata de personas, así como sus redes de financiamientos y transporte ilegales.

Por otra parte, las personas que soliciten asilo a Estados Unidos se quedarán en el territorio mexicano mientras esperan la resolución de su trámite, además, en un acuerdo de fraternidad el país deberá ofrecer oportunidades laborales y de acceso a la educación, salud, así como la protección de sus derechos humanos.

Otra de las medidas que ambas partes acordaron, fue que en caso de que no se obtengan los resultados esperados en un periodo de 90 días, se deberán sumar acciones para enfrentar los flujos migratorios. Estos hechos los solventará por completo el gobierno mexicano, porque Estados Unidos no ofreció ningún tipo de financiamiento.

A pesar del logro arancelario, el gobierno de la Cuarta Transformación no ha dado a conocer los detalles que se trataron durante la reunión, por lo que no se sabe con certeza a costa de que promesas el país vecino aceptó la tregua

“Hay una medida pendiente”, esto fue lo que el presidente de los Estados Unidos publicó el día de ayer en su cuenta de Twitter, aseguró que se trataba de un tema de migración que tenía que ser aprobado por el legislativo, advirtió que de no hacerse, se restablecerían los aranceles.

Jorge Sánchez explica que el silencio del gobierno de México puede deberse a que se comprometió a más cosas de las que dieron a conocer. Afirma que México podría dar algunos resultados en 45 días, pues no está empezando desde cero, y en cuanto al tema de la Guardia Nacional, comenta que es un tema no tan claro, ya que de manera oficial aún no está conformada, y si lo está, no estará lista para las tareas.

“Puede que esta reacción por parte de Estados Unidos se haya originado porque Andrés Manuel canceló la Iniciativa Mérida, la cual era una parte importante de su estrategia de seguridad en el continente. En cuanto al T-MEC por el momento no habrá nada seguro, pues se acercan las precampañas y la elección de candidatos, México deberá caminar a ciegas y con confianza”.

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