Los métodos utilizados por prestamistas digitales podrían ser una alternativa ante el reciente endurecimiento de normas de aprobación para crédito, una tendencia al alza como consecuencia de la incertidumbre económica provocada por la pandemia.
Los proveedores de servicios financieros digitales utilizan datos alternativos para evaluar la capacidad de pago de las micro y pequeñas empresas, así como los hogares, entre los que se encuentra la información de transacciones de compras, ingresos, ventas, pedidos, pagos de facturas, registros judiciales e incluso los perfiles de redes sociales.
Estos procedimientos pueden ser un ejemplo para proveedores de financiamiento tradicionales para atender las necesidades de crédito en un contexto en el que el riesgo crediticio ha aumentado entre las empresas y hogares, advierte el Banco Mundial en su “Informe sobre el desarrollo mundial 2022. Finanzas al servicio de la recuperación equitativa”.
Investigar la capacidad de pago y la probabilidad de incumplimiento de un prestatario a través de sus antecedentes crediticios y de pago, el sector en el que se desenvuelve, su domicilio, preguntar sobre el propósito del crédito, y otros elementos tradicionales de una investigación para aprobar un crédito, ya no resultan suficientes debido a que el quiebre estructural provocado por la crisis mermó el valor de los datos pasados.
Los prestamistas han sido un elemento importante para que micro y pequeñas empresas, así como los hogares, pudieran solventar diversos gastos durante la pandemia; sin embargo, bajo el constante entorno de incertidumbre económica podrían empezar a responder endureciendo los estándares crediticios y reduciendo la oferta de crédito.
Al tomar en cuenta encuestas trimestrales realizadas por diversos bancos centrales, el organismo internacional advierte que en la mayoría de los países las normas crediticias se han endurecido durante varios trimestres desde que inició la crisis.
Datos alternativos para otorgar crédito
Para atender esta “merma” en la credibilidad de los datos e investigaciones tradicionales para otorgar crédito, el Banco Mundial propone a las instituciones de préstamo centrarse en los datos alternativos.
A través de servicios financieros, con operadores de redes móviles y plataformas en línea es viable acceder a datos de transacciones como depósitos y retiros bancarios, uso de dinero móvil, recargas de tiempo aire, pagos de servicios públicos, nómina, renta, impuestos, órdenes de venta y factura y pedidos de suministro.
En los datos alternativos también se incluyen las “huellas” de las redes sociales, el comportamiento en línea y el uso de las telecomunicaciones.
El uso de estos datos ya se ha aplicado en diversos países. En Alemania, por ejemplo, se llevó a cabo un estudio en el que se observó que los modelos de puntuación de crédito basados en huellas digitales eran mejores para predecir la solvencia que las puntuaciones de las oficinas de crédito. En India y América Latina también se han hecho observaciones similares, que derivan en beneficios para las personas que carecen de registros financieros.
Cabe destacar que el informe señala que la evaluación tradicional y el seguimiento digital pueden complementarse de forma adecuada para alcanzar una mayor sensibilidad.
Los nuevos bancos
Quienes ya aplican estos procesos desde hace varios años y al parecer con resultados positivos son las fintechs, en especial los neobancos que, como su nombre lo dice, son una nueva generación de bancos 100 por ciento digitales, enfocados en las personas que por diversas razones no han sido incluidas en el sistema financiero.
Los neobancos no son la evolución de un banco tradicional ni una sucursal digital de una organización tradicional bancaria, advierte Softeck, sino que nacen directamente como banca en internet y están pensados para un perfil de clientes moderno, generalmente millennials, quienes están acostumbrados al uso de internet y buscan transparencia y seguridad.
Generalmente se caracterizan por su facilidad de uso, costos bajos, fácil entendimiento de las condiciones de sus productos y la claridad con la que muestran sus comisiones.
Estas instituciones financieras tecnológicas no sólo se enfocan en las personas físicas, sino que han encontrado un campo fértil en las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y startups que usualmente encuentran barreras para la adquisición de créditos en la banca tradicional.