Escenario difícil

Valeria Moy, directora de México ¿cómo vamos?, explicó que la renegociación del TLCAN va a quedar en medio de un periodo electoral porque descartó que se concluya antes de diciembre como lo afirman algunas voces.

“Creo que simplemente no es posible hacer eso, es decir, no nos dan los tiempos, porque creo que es peor negociar con prisa que negociar bien. Tendríamos que negociar en orden y en el tiempo que se tenga que negociar”, precisó.

Debido a eso, opinó que es desafortunado que se junten los tiempos de la renegociación del pacto comercial con un periodo electoral.  

Sin embargo, descartó que un eventual triunfo de un candidato de izquierda convulsione al país.

“Me parece que lo peor que pueda pasar es que se descomponga el ambiente social y que genere incertidumbre”, declaró.

Al respecto, un reporte de Citibanamex coincidió que las elecciones en México y las intermedias en Estados Unidos complicarán el calendario de renegociación del TLCAN.

Por eso hay cierto consenso de que la renegociación podría ser rápida, en el entendido de que si el proceso no concluye a finales del presente año o principios de 2018, podría tornarse más complejo a medida que las elecciones en México y los Estados Unidos se acerquen.

“Si el propósito es concluir las renegociaciones a la brevedad, entonces nuestro escenario central de aprovechar el TPP y enfocarse en unos pocos temas controversiales es más probable”, resaltó el análisis.

Por otro lado, se espera que el inicio de la primera ronda de conversaciones comerciales del 16 al 20 de agosto ponga fin a un periodo de incertidumbre que se caracterizó por declaraciones cruzadas de miembros del gobierno estadounidense, incluido el propio presidente Trump.

La segunda ronda de negociaciones del TLCAN será en México, alrededor del 10 de septiembre, según Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.

Estados Unidos ya definió los objetivos que busca, en las conversaciones con sus dos socios comerciales; mientras que México dio a conocer las prioridades que seguirá en el proceso, y que estarán regidas por cuatro pilares. 

Pero el calendario de las negociaciones perfila un riesgo significativo, tanto para México como para Estados Unidos.

Al respecto, el proceso electoral mexicano iniciará a principios de 2018, de modo que el país celebrará elecciones en junio y el nuevo presidente asumirá el cargo hasta diciembre.

Mientras que en Estados Unidos, las elecciones legislativas que renovarán toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado están programadas para noviembre.

Jorge Castañeda, exsecretario de Relaciones Exteriores, refiere que hay una política tácita en el sistema presidencial estadounidense de no enviar un acuerdo comercial al Congreso para su aprobación electoral.

Además, considerando la duración de negociaciones comerciales anteriores, resulta poco probable que las pláticas en torno al TLCAN concluyan este año.

 Por ejemplo, las negociaciones comerciales de Estados Unidos con Canadá que antecedieron al TLCAN duraron 20 meses. Cuando México fue añadido a ese proceso, estas se extendieron por otros 18 meses.

 También el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) tardó ocho años en ser negociado a cabalidad.

El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, declaró a Bloomberg, que mientras más se acerque el proceso para cambiar presidente y Congreso, más difícil se hace para cualquier gobierno llegar a un acuerdo.

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