Inversión apadrinada

La expectativa que generó la promesa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de recortes masivos de los impuestos corporativos parece ser un imán para las compañías.

Las corporaciones han reaccionado de forma diferente ante la retórica de proteccionismo del mandatario estadounidense. Mientras que algunas cancelan proyectos de inversión en México, otras mantienen sus proyectos, en desafío a las amenazas nacionalistas.

Lourdes González Lourdes González Publicado el
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“Existe ese plan, pero no es una promesa, es un deseo”
Terry GouPresidente y director general de Foxconn

La expectativa que generó la promesa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de recortes masivos de los impuestos corporativos parece ser un imán para las compañías.

Las corporaciones han reaccionado de forma diferente ante la retórica de proteccionismo del mandatario estadounidense. Mientras que algunas cancelan proyectos de inversión en México, otras mantienen sus proyectos, en desafío a las amenazas nacionalistas.

Una de ellas fue la  firma que manufactura la mayoría de los teléfonos iPhones de Apple en China, Foxconn, que mediante un comunicado dijo ayer que evalúa invertir 7 mil millones de dólares en Estados Unidos.

Terry Gou, presidente ejecutivo de Foxconn, anunció que abrirá una fábrica de pantallas, sin dar detalles de la localización ni fechas del proyecto, el cual está condicionado a obtener un trato fiscal preferente del gobierno de Trump.  

El plan de inversión fue retomado luego que el socio empresarial de Foxconn, Masayoshi Son, presidente de Softbank,  habló con Terry Gou, antes de una reunión que Son tuvo con Trump en diciembre pasado. 

Luego de ese encuentro, Son prometió invertir 50 mil millones de dólares en Estados Unidos y también refirió la inversión no específica adicional de siete mil millones de dólares. 

Los manufactureros taiwaneses, dominados por las firmas tecnológicas, están nerviosos por las posibles políticas comerciales de Estados Unidos, debido a que Trump amenazó con aumentar los aranceles sobre importaciones desde algunos países, como China. 

Señales triunfalistas 

Desde antes de asumir la presidencia de Estados Unidos, Trump ha sostenido reuniones con directivos de empresas de alto nivel, como la que tuvo con ejecutivos de Ford, Lockheed Martin, US Steel, Space X, Johnson & Johnson, y Whirlpool; con el objetivo de cumplir su promesa de campaña de regresar el dinero y los empleos a esa nación y castigar con impuestos a las compañías que desafíen su política. 

Trump dijo ayer a la prensa que planea reunirse con más directores de empresa. Al respecto, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer anunció que, el presidente estadounidense tendrá hoy un almuerzo con los directores generales de General Motors, Ford y Fiat Chrysler para impulsar la creación de más empleos en esa nación. 

La idea del encuentro es escuchar a las empresas sobre cómo trabajar juntos para regresar trabajos a esta industria. 

Las armadoras estadounidenses dieron a conocer inversiones en Estados Unidos antes que Trump asumiera la presidencia, como por ejemplo, la cancelación de la construcción de la planta de Ford en San Luis Potosí. 

Al mismo tiempo, Donald Trump prometió disminuir la regulación gubernamental en al menos un 75 por ciento, para elevar la producción en ese país. 

De concretarse el proyecto de Foxconn, esto podría ser una victoria del presidente de Estados Unidos, quien ha criticado a China por llevarse los empleos de Estados Unidos y devastar la actividad manufacturera en ese país.

 Sin embargo, el gobierno de China también ha reaccionado a la intención de la firma de cambiar la inversión del territorio asiático.

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