Nepal: Recuperación cuesta arriba
Con una lista de fatalidades que hasta el momento excede 5 mil personas, casi 9 mil heridos, y 8 millones de damnificados, Nepal se enfrenta a una crisis humanitaria a gran escala a raíz de los fuertes terremotos que han sacudido su territorio.
Pero el segundo país más pobre de Asia también se enfrenta a una catástrofe económica, pues se prevé que los daños causados por los temblores retrasarán su desarrollo económico y afectarán significativamente una de sus mayores fuentes de ingresos: el turismo.
Rolando Hinojosahttps://www.youtube.com/watch?v=Uju9r_R8QDE
Con una lista de fatalidades que hasta el momento excede 5 mil personas, casi 9 mil heridos, y 8 millones de damnificados, Nepal se enfrenta a una crisis humanitaria a gran escala a raíz de los fuertes terremotos que han sacudido su territorio.
Pero el segundo país más pobre de Asia también se enfrenta a una catástrofe económica, pues se prevé que los daños causados por los temblores retrasarán su desarrollo económico y afectarán significativamente una de sus mayores fuentes de ingresos: el turismo.
En entrevista con Bloomberg, el ministro de Finanzas nepalí, Ram S. Mahat, estimó que se requerirán más de 10 mil millones de dólares y años de esfuerzo para reconstruir al país. Esto equivale aproximadamente a la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Mukesh Khanal, un economista especializado en desarrollo, dijo en entrevista para el portal Quartz que los terremotos “empujaron (a Nepal) 50 años de vuelta al pasado, tan solo en términos del daño a la infraestructura”.
En total, la destrucción en el país podría retrasar por más de una década la salida de Nepal de la clasificación de “país menos desarrollado” utilizada por la Organización de las Naciones Unidas. Previo al desastre, se preveía que el país podría alcanzar la categoría de “país en desarrollo” para el 2022.
Los terremotos además representan el segundo año consecutivo en que el Monte Everest se ha visto afectado por desastres naturales, lastimando las visitas a uno de los principales atractivos turísticos (y por lo tanto una de las mayores fuentes de ingresos) de Nepal.
Avalancha de problemas
Nepal, un país con una tasa de desempleo de 40 por ciento y escasez de inversión, depende de las remesas y del turismo para impulsar su economía (la cual es principalmente agrícola) y como fuente de divisas extranjeras.
Datos del Banco Mundial muestran que en 2013 las remesas representaron 29 por ciento del PIB del país, mientras que información del Consejo Mundial de Viajes y Turismo estima que 8.2 por ciento de su PIB proviene del turismo y su derrama económica.
Al mismo tiempo, el déficit comercial del país (impulsado por un crecimiento anual promedio de 25.9 por ciento en sus importaciones) requiere de un alto nivel de ingresos de divisas extranjeras para balancear sus pagos.
Parte del atractivo turístico del país depende sobre los siete sitios designados como patrimonio de la humanidad por la UNESCO que posee (cuatro de los cuales fueron dañados), mientras que el otro gran atractivo es el alpinismo que puede realizarse en el Monte Everest y otros picos localizados dentro del país.
El alpinista mexicano Michel Pesquera indica que la derrama económica que esta actividad deja en Nepal es “enorme”, y estima que escalar el Everest puede costar entre 20 y 100 mil dólares, con un costo promedio de entre 40 y 50 mil dólares por persona en expediciones grupales.
Pesquera dice que el principal efecto negativo vendría por parte de las cancelaciones de expediciones planeadas para este año y por la reducción en el número de expediciones futuras que el temor de otro desastre podría traer.
La experiencia de Haití
Un caso que ilustra los riesgos a los que se enfrenta Nepal posterior al desastre natural es el de Haití, el país con el peor desarrollo económico de América y el más pobre del hemisferio occidental.
Haití sigue sin recuperarse por completo del devastador terremoto que sufrió el 12 de enero del 2010, el cual resultó en más de 14 mil millones de dólares en daños y entre 100 y 160 mil muertos.
Después de crecer 3.1 por ciento en 2009, la economía del país caribeño vio una contracción de 5.5 por ciento después del terremoto, lo cual resultó en un aumento proporcional de 11.25 por ciento en su tasa de desempleo.
Además de esto, los daños a la infraestructura, que aún antes del terremoto presentaba severas deficiencias, contribuyeron en la generación y permanencia de la peor epidemia de cólera que el mundo ha visto desde 1994, según información del gobierno estadounidense.
A más de cinco años del terremoto, los esfuerzos de reconstrucción en Haití muestran progreso desigual y mala planeación, entre acusaciones de corrupción y de indecisión por parte de los países que donaron ayuda económica y humanitaria al país.