Nintendo, la firma japonesa de videojuegos, anunció en el 2007 un nuevo desarrollo que buscaba romper paradigmas en la industria: la consola Wii. Las acciones de la compañía cotizaron en máximos históricos ese año.
Siete años después, la promesa de negocios del Wii se consideró sobrevaluada por el mercado. Desde entonces, el precio de la acción de Nintendo se ha desplomado más de 85 por ciento.
Tan sólo este año, los títulos de la compañía han perdido el 20 por ciento de su valor.
El futuro de Nintendo se fue desdibujando frente al dominio cada vez más fuerte de Microsoft y Sony en el mercado.
Además, el ascenso de las plataformas de juegos gratis para teléfonos móviles y tabletas ha significado un reto para Nintendo.
Sin embargo, los últimos resultados trimestrales de la firma parecen un punto de inflexión positivo. Nintendo registró ganancias por encima de las estimaciones esperadas por la mayoría de los analistas.
Los ingresos netos para el trimestre que terminó en septiembre fueron de 224 millones de dólares, contrastando con la pérdida de 74 millones de dólares del mismo periodo del año anterior.
Nintendo va encaminado a presentar número negros en sus utilidades por primera vez desde hace cuatro años.
La compañía reportó una ganancia de 143 millones de dólares en el primer semestre del 2014, y espera alcanzar una utilidad de operación de 370 millones de dólares al cierre del año.
El año pasado, Nintendo incurrió en pérdidas por 429 millones de dólares.
Entre abril y septiembre se vendieron alrededor de 1.1 millones de unidades de la nueva consola Wii U, el doble respecto al mismo trimestre del año anterior.
La esperanza navideña
Satoru Iwata, director general de Nintendo desde el 2002, dijo que la firma espera vender 3.6 millones de unidades adicionales para final de año con la llegada de la época navideña.
Atribuyó el alza en ventas de consolas al lanzamiento de nuevos títulos, como Mario Kart 8 y Super Smash Bros.
Agregó que la estrategia de Nintendo estará enfocada en revivir al Wii U y en proyectar nuevos juegos que estimulen la demanda tanto de software como de hardware.
Adicionalmente, la debilidad del yen impulsó la demanda foránea de los productos de Nintendo.
Si la divisa japonesa pierde valor, las exportaciones del país se vuelven más baratas en los mercados exteriores. El yen se ha depreciado 2.5 por ciento frente al dólar en lo que va del año.