Después de una semana llena de incertidumbre, los mercados parecen pensar que Grecia y sus acreedores europeos lograrán alcanzar un acuerdo antes de que expire su actual programa de rescate.
El día de hoy se prevé que Grecia presente a sus acreedores una solicitud para extender por seis meses, sin cambios a los términos vigentes, su programa de rescate financiero de 240 mil millones de euros.
Bloomberg reporta que los mercados accionarios de Europa recibieron la noticia tocando sus niveles más altos en los últimos siete años, mientras que las acciones y bonos griegos vieron un desempeño positivo después de tres días de caídas.
Si la propuesta griega es aceptada por el resto de Europa, se aliviará la presión sobre el sistema financiero griego y se reducirá la posibilidad de que el país caiga en un incumplimiento de pagos sobre su deuda pública durante el próximo mes.
Pero aún esto no resolvería de forma conclusiva las diferencias entre Grecia y sus acreedores, liderados por Alemania, acerca de los términos del rescate.
Esta semana el ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijo que “no se trata de una extensión del programa de préstamos, se trata cumplir (el actual) programa, sí o no”.
Austeridad y exceso
Con o sin una extensión, los acreedores de Grecia buscan mantener los términos del actual rescate, que está atado a compromisos de reformas económicas estructurales y de austeridad fiscal.
Por otro lado el gobierno del primer ministro griego, Alexis Tsipras, está buscando un nuevo acuerdo que represente un punto intermedio, accediendo mantener algunas de las reformas con un superávit fiscal primario más pequeño (pasando de 4.5 por ciento del producto interno bruto a 1.5 por ciento).
Las políticas de austeridad atadas al superávit fiscal son vistas por el gobierno griego como culpables de muchas de las dificultades económicas a las que se enfrenta el país, que vive una tasa de desempleo de 25 por ciento.
Sin embargo, los expertos apuntan que, a menos que Grecia logre implementar reformas estructurales para corregir sus excesos burocráticos e ineficiencias económicas, el cancelar las medidas de austeridad no será suficiente.
Esto debido a que sin reformas profundas, tanto laborales como fiscales, no se logrará estimular lo suficiente el crecimiento económico de forma sustentable como para reducir el desempleo griego.