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Otro rechazo a la reforma

La iniciativa de reforma fiscal presentada por el gobierno federal propone aumentar los impuestos a las industrias de maquiladoras y de minería que hasta el momento han gozado de beneficios tributarios.

Sin embargo, representantes de ambas industrias han afirmado que el trato diferenciado a estas empresas es necesario para mantener la competividad y que los cambios propuestos imponen una carga excesiva.

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La iniciativa de reforma fiscal presentada por el gobierno federal propone aumentar los impuestos a las industrias de maquiladoras y de minería que hasta el momento han gozado de beneficios tributarios.

Sin embargo, representantes de ambas industrias han afirmado que el trato diferenciado a estas empresas es necesario para mantener la competividad y que los cambios propuestos imponen una carga excesiva.

La Cámara Minera de México (Camimex) estableció que en los próximos 6 años la industria minera realizará una inversión de 30 mil millones de dólares con la creación de 100 mil nuevos empleos.

Si se llega a aprobar la reforma fiscal en los términos propuestos por el presidente Enrique Peña Nieto, la Camimex estima que las inversiones caerán en un 60 por ciento.

En otras palabras, la carga tributaria a las empresas mineras provocaría que solo tuvieran la capacidad de invertir 12 mil millones de dólares y generar 40 mil nuevos empleos. La Camimex afirma que en México la carga fiscal es baja, de alrededor del 40.65 por ciento. 

Actualmente las mineras tienen una tasa de impuestos inferior a la de otros países como Perú y Chile, pero la propuesta del ejecutivo federal representa un giro de 180 grados. 

La reforma impone una carga tributaria de 57.22 por ciento, por lo que el país se transformaría en uno de los lugares más caros para invertir en este sector.

Además, se pondrían fuertes limitaciones a la exploración y explotación de las reservas, lo que afectaría principalmente a las pequeñas minerías.

Por su parte, representantes de la industria maquiladora se dieron cita la semana pasada en el Congreso para rechazar la reforma. 

Entre sus argumentos aseguraron que los nuevos impuestos tendrían un impacto negativo en la industria, que  actualmente cuenta con más de 6 mil 200 empresas y que genera alrededor de 2.3 millones de empleos formales directos, más otros 6.8 millones de indirectos.

Asimismo, las maquiladoras aseguraron ser un motor de crecimiento, ya que el sueldo de sus trabajadores se encuentra por encima de la media nacional, emplean al 53.8 por ciento del sector manufacturero y realizan el 65 por ciento de las exportaciones no petroleras del país. 

Calculan que la derrama económica de sus actividades representa el 70 por ciento de la economía nacional.

El Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera (Index) afirma que los nuevos impuestos elevarían los costos de los productos que se fabrican en México y que se comercializan en el extranjero. Esto obligaría a las compañías a buscar alternativas competitivas en otros países.

Cambios mineros

La reforma fiscal propone aumentar y crear nuevos impuestos en la industria minera para subir los niveles de recaudación. 

En ese sentido, se impone el 7.5 por ciento a la diferencia positiva entre los ingresos derivados de la enajenación o venta de la actividad extractiva y de las deducciones permitidas en la ley del Impuesto Sobre la Renta, sin tomar en cuenta las inversiones, intereses a cargo y el ajuste anual por inflación. Esto significa un menor porcentaje de ganancias para las empresas.

Asimismo, se establece un 50 por ciento adicional de la cuota máxima del derecho que se cobra con base a las hectáreas incluidas en la concesión minera. 

Esto aplica para aquellos concesionarios que se compruebe que durante dos años consecutivos no realizaron obras de exploración y explotación. A partir del duodécimo año, este derecho aumentará en un 100 por ciento.

A los ingresos derivados de la venta de oro, plata y platino se les cobrará un 0.5 por ciento de impuesto con la justificación de atender la erosión ambiental que genera su extracción.

Se tiene previsto que la mitad de los ingresos que representan estos nuevos impuestos sea destinado al Fondo para el Desarrollo Regional Sustentable de Municipios Mineros, para beneficiar a las comunidades que se encuentran alrededor de las minas.

De acuerdo con la Camimex, estos nuevos impuestos equivalen a incrementar la carga impositiva del 40.65 por ciento actual, hasta el 57.22 por ciento, uno de los más altos en el mundo.

Y para las maquiladoras

Con los cambios de la reforma fiscal, mantener el estatus de maquiladora obligará a las empresas a exportar el 90 por ciento de su facturación total anual. 

De tal modo, muchas empresas que operan actualmente bajo este modelo de negocio tendrán que pasar por un proceso de reestructuración para seguir operando con el beneficio de las maquiladoras.

Además, las importaciones temporales, el depósito fiscal automotriz, el recinto fiscalizado y el recinto fiscalizado estretégico se gravarán con el 16 por ciento del Impuesto al Valor Agregado (IVA). 

En caso de que esto sea aprobado, se tiene previsto un programa de financiamiento para reducir posibles problemas de liquidez en las empresas para todas las importaciones temporales que se realicen durante este año.

La venta de bienes entre residentes en el extranjero o entre una maquiladora y un residente en el extranjero también estará gravada al 16 por ciento y se eliminará la retención de IVA de las empresas maquiladoras a proveedores nacionales.

De la misma manera en que se hace obligatorio el pago del IVA, las maquiladoras también tendrán que acatar las disposiciones del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) cuando sea aplicable.

El Index afirma que la fuga de empresas por motivo de la reforma causaría 2 millones 300 mil desempleados y disminuiría la derrama económica en más de 236 mil millones de pesos anuales. 

Esto sin contar que casi 7 millones de empleos indirectos que dependen de la industria  maquiladora quedarían en la incertidumbre.

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