Su imperio crece a pasos agigantados. Las tomas clandestinas en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el robo de energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) llevan años deteriorando las finanzas de ambas Empresas Productivas del Estado (EPEs).
El Gobierno federal ha implementado estrategias para combatir estos delitos, pero su avance continúa, en especial, el relacionado con la ‘ordeña’ de combustible. Hoy, ambas EPEs enfrentan un dilema no sólo económico también de seguridad que se agudiza conforme los huachicoleros y los ‘diablitos’ se apoderan de su infraestructura.
Analistas coinciden en que los encargados de tomar las riendas de Pemex y CFE durante la siguiente administración deberán atender esta situación de manera prioritaria si quieren que el plan que se ha prometido para rescatar al sector energético rinda frutos.
El presidente electo Andrés Manuel López Obrador anunció el viernes pasado que su equipo trabajará en la elaboración de un paquete de reformas para elevar a delito grave y sin derecho a fianza el robo de hidrocarburos.
El encargado de liderar la estrategia para atender este pendiente será Julio Scherer Ibarra, quien fue llamado para ser el próximo responsable de la Consejería Jurídica.
Ramsés Pech, asesor en energía y economía, considera que la creación de una empresa estatal encargada de monitorear los ductos es una medida que ayudaría a mitigar el robo de combustible en territorio nacional.
“Sería de gran utilidad para Pemex, ya que no tiene la infraestructura suficiente para hacerlo, sin contar que su personal de seguridad no puede detener a ninguna persona, aunque se trate de un huachicolero”, manifiesta Pech.
En el caso de la electricidad, AMLO mencionó que recuperará la industria, rehabilitará todas las hidroeléctricas de CFE para producir energía eléctrica en el país y dejar de comprar en el extranjero, así como bajar las tarifas de luz.
Además, el próximo director de CFE, Manuel Bartlett, dijo que se condonarán los adeudos en el recibo de luz existentes antes del 1 de julio a los usuarios de bajos ingresos, por un monto aproximado de 43 mil 320 millones de pesos.
Respecto al tema de los ‘diablitos’ aún no se han hecho propuestas concretas, situación que genera nerviosismo entre los analistas.
En ambos casos, tanto la condonación de deudas como la falta de soluciones para el robo de electricidad, existe el riesgo de que las finanzas de la compañía se deterioren aún más.
Huachicoleros avanzan a paso firme
El número de ductos vulnerados llegó a 10 mil 363 a finales del año pasado, de acuerdo con el Reporte de Tomas Clandestinas de Pemex. En promedio, cada día de 2017 se perforaron 28 tomas.
En los primeros seis meses de este año se han detectado 7 mil 590 tomas ilegales, cifra que representa un incremento de 49.5 por ciento en contraste con el semestre del año pasado cuando se reportaron 5 mil 075.
De enero a junio de 2018 se han excavado 41.9 tomas ilegales cada día en los 17 mil kilómetros que transportan hidrocarburos.
Desde hace un par de años, el Triángulo Rojo se ha convertido en uno de los lugares favoritos para los grupos criminales que se dedican al robo de gasolina. Se le conoce así a una zona compuesta por seis municipios de Puebla, donde pasa 40 por ciento del combustible que recibe la Ciudad de México y que se distribuye en el resto del país.
buye en el resto del país. Durante el primer semestre de este año, Pemex identificó mil 175 tomas clandestinas en Puebla, le siguió Hidalgo, con 909; Guanajuato, con 865; Veracruz, con 844, en tanto que en Jalisco y Estado de México se registraron 758 y 731, respectivamente.
Los ‘chupaductos’ dejaron un quebranto de 30 mil millones de pesos a Pemex durante 2017, de acuerdo estimaciones de altos funcionarios de la petrolera.
Luis Miguel Labardini-Deveaux, socio en Marcos y Asociados, Infraestructura y Energía, opina que si no se ‘ordeñaran’ los ductos, Pemex Transformación Industrial registraría utilidades.
‘Diablitos’ generan corto circuito
El equivalente de los huachicoleros de Pemex para CFE son los ‘diablitos’, aparatos que se utilizan para robar corriente de las líneas eléctricas públicas.
Las pérdidas por este delito alcanzaron los 30 mil 325 millones de pesos al cierre del año pasado, mismas que CFE ha tratado de mitigar al trasladar parte de estos costos a los clientes industriales.
El próximo 16 de agosto, Guillermo García Alcocer, presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), se reunirá con autoridades del sector energético con el objetivo de tratar el tema de las pérdidas de energía en el país, incluidas las ocasionadas por los ‘diablitos’.
Del total de energía eléctrica que se genera en México, 13 por ciento se roba mediante estos aparatos, estima Alejandro Limón, del CIEP.
“Los encargados de la industria el próximo gobierno han dicho que se van a combatir, pero no cómo lo harán”, añade el investigador.
CFE reportó un detrimento por 28 mil millones de pesos durante el segundo trimestre de 2018, de acuerdo con su reporte financiero. El monto fue superior a los poco más de 380 millones registrados en el mismo periodo de 2017.
La comisión adjudicó esto a menores ingresos derivado de la caída en el precio de la energía y un incremento de los costos.
Las ventas de energía pasaron de 92 mil 986 millones de pesos a 85 mil 654 millones.
Luis Miguel Labardini-Deveaux, de Marcos y Asociados, Infraestructura y Energía, asegura que la nueva administración se enfrentará a la disyuntiva de cumplir sus promesas sin deteriorar más la compleja situación de Pemex y CFE. Un reto nada sencillo.
“Los huachicoleros y los ‘diablitos’ van continuar, por eso es importante que los próximos directivos tomen cartas en el asunto para frenar el daño que ambas empresas han tenido a nivel financiero y operativo”.