El pesimismo de la IEA
A dos años del inicio de la mayor debacle del mercado petrolero en una generación, las perspectivas de bajos precios del crudo se mantienen indefinidamente. La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) refrendó esta percepción con la publicación de su más reciente reporte mensual.
Rodrigo Carbajal
A dos años del inicio de la mayor debacle del mercado petrolero en una generación, las perspectivas de bajos precios del crudo se mantienen indefinidamente. La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) refrendó esta percepción con la publicación de su más reciente reporte mensual.
El organismo argumenta que la producción en máximos históricos de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se suma a un debilitamiento de la demanda mayor a lo esperado. En conjunto, estas dos tendencias implican que la sobre oferta del mercado petrolero se mantendrá al menos hasta mediados del 2017.
A pesar de que los precios del petróleo han caído más de 50 por ciento desde que alcanzaron un punto máximo a mediados del 2014, los países que son importadores netos de crudo no han mostrado un incremento significativo en sus niveles de consumo.
El deterioro de la demanda no sólo se atribuye al bajo crecimiento económico de los países desarrollados. Si bien, la IEA enfatiza que la demanda es raquítica en estos países, incluso los mercados asiáticos, caracterizados por el dinamismo y por ser el centro de disputa de los principales productores petroleros, han disminuido su ritmo de consumo de crudo.
Particularmente, la desaceleración del crecimiento de la demanda en China e India, dos de los cuatro mayores consumidores de petróleo en el mundo, es referida por la IEA como responsable de la coyuntura actual: “La dinámica de la oferta y la demanda podría no cambiar de manera relevante en los siguientes meses.”
El diagnóstico de la IEA se publica a días de que inicie una reunión informal de la OPEP para discutir un posible recorte conjunto a la producción que permita limitar la sobre oferta de crudo e impulsar los precios.
La semana pasada, los ministros de Energía de Arabia Saudita y Rusia, un país no miembro de la OPEP y el tercer mayor productor global, acordaron que era necesario estabilizar el mercado.
Sin embargo, la expectativa de que el cártel de precios más grande el mundo pueda alcanzar un acuerdo de producción aún es visto con escepticismo por analistas de la industria.
OPEP: enemigo en casa
Considerando que existe la intención de limitar la sobre oferta petrolera en la reunión próximo de la OPEP, el reporte de la IEA pone de relieve que el cártel se ha convertido en su propio enemigo. La IEA calcula que el incremento de la producción de la OPEP desdibujó la caída en la producción de los países que no son miembros del grupo. La OPEP registra un máximo histórico de 33.47 millones de barriles diarios en su producción de crudo, alrededor de un tercio de la oferta global total.
Mientras que la producción de la OPEP creció en un millón de barriles diarios en relación al año pasado, la oferta global se redujo en 300 mil barriles diarios en el mismo periodo.
Arabia Saudita, el líder de facto de la OPEP, registra una producción en máximos históricos de 10.65 millones de barriles diarios, ubicándolo como el mayor productor en el mundo, superando a Estados Unidos por primera vez desde que inició la debacle petrolera en el 2014.
Éste es el ejemplo más representativo de una tendencia de incremento en la producción de parte de los países del Golfo Pérsico que contrasta con el comportamiento del resto de la OPEP, notablemente Venezuela, que ha pedido con urgencia un acuerdo de recorte a la producción a sus contrapartes.
El reporte de la IEA se tradujo en pérdidas para el valor del petróleo. El barril de referencia WTI cayó alrededor de 3 por ciento en la jornada de ayer a un nivel de 44 dólares.