Petroleras en problemas

Este no fue un buen año para las paraestatales energéticas de Latinoamérica, que se vieron golpeadas por el colapso de casi 70 por ciento registrado en los precios del crudo desde mediados del 2014.

Ecopetrol y Petrobras, de Colombia y Brasil respectivamente, fueron dos de los casos más dolorosos. 

La empresa colombiana ha perdido casi el 90 por ciento de su valor del 2012 a la fecha, gracias a esfuerzos de exploración que no han materializado incrementos en su producción. La brasileña, por otro lado, está involucrada en un escándalo multimillonario de corrupción que amenaza con ponerle fin al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.

Pemex no se ha librado de esta tendencia, enfrentándose a fuertes recortes presupuestarios, disputas laborales, y menores ingresos. Sin embargo la apertura del sector energético a la competencia privada, la persistencia de los bajos precios y la falta de competitividad de su pasivo laboral podrían convertir el 2016 en un año terrible para la empresa productiva del Estado.

Ecopetrol en picada

Ecopetrol solía ser la empresa más grande de Latinoamérica, y la quinta petrolera más valiosa del mundo.

Pero hoy la historia es otra tras una evaporación de casi el 90 por ciento del valor de la paraestatal colombiana, cuya capitalización de mercado pasó de 136.7 mil millones de dólares en 2012 a 14.5 mil millones en la actualidad. 

El vertiginoso ascenso y la estrepitosa caída del valor de Ecopetrol refleja la situación del sector energético colombiano, que se vio impulsado por gran entusiasmo en la última década y ahora no ha logrado convertir eso en un aumento en su producción petrolera.

“Sólo no han encontrado petróleo, es tan simple como eso”, dijo Rupert Stebbings, director de ventas accionarias en Bancolombia, en entrevista con Bloomberg. Stebbings explica que el precio de las acciones de Ecopetrol se disparó a “niveles irracionales” a medida que sus inversionistas apostaron que se daría una gran alza en su producción que después no logró materializarse.

Como resultado, Ecopetrol ha tenido que recortar en 24 por ciento su objetivo de producción para este año, que originalmente era de un promedio de un millón de barriles diarios y ahora es de 760 mil barriles diarios.

Escándalo en Petrobras

Tras años como la joya de la corona del éxito brasileño, Petrobras hoy se ha convertido en un símbolo de los problemas a los que se enfrenta la mayor economía de Latinoamérica.

En el último año Petrobras ha perdido más de la mitad de su valor de mercado, un desliz de más de 70 mil millones de dólares impulsado por el declive en los precios de los hidrocarburos y por la revelación de un escándalo de corrupción que ha sacudido a la población brasileña.

Oficiales de Petrobras estiman que 3 mil millones de dólares en sobornos y más de 20 mil millones de dólares en contratos artificialmente inflados están involucrados en un escándalo de corrupción vinculado con autoridades del Partido de los Trabajadores, al cual pertenecen tanto la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, como su predecesor en el cargo, Luiz Inácio Lula da Silva.

Citando el escándalo como un factor clave, calificadoras crediticias como Standard & Poor’s y Moody’s han recortado la calificación que asignan a la deuda tanto de Petrobras como del gobierno brasileño, colocándola en territorio “basura” e incrementando sus costos de financiamiento.

El peso de Petrobras dentro de la economía brasileña, representando aproximadamente el 10 por ciento de su producto interno bruto, también ha contribuido a hundir al país en su peor crisis desde la Gran Depresión.

Los retos de Pemex

Los últimos años no han sido gentiles con la petrolera mexicana, al registrar una caída de 30 por ciento en su producción en la última década y las peores pérdidas en su historia con un acumulado negativo de 20 mil millones de dólares en los primeros tres trimestres del 2015.

Pero lejos de presentar esperanzas, el panorama para el próximo año luce aún peor para la empresa productiva del Estado. 

El colapso y posterior estancamiento que los precios petroleros han sufrido en el último año y medio presiona las finanzas de la empresa, al mismo tiempo que sus pasivos laborales y recortes de inversión la vuelven menos competitiva ante la apertura del sector energético a la iniciativa privada.

Expertos del sector y ex-oficiales de Pemex han señalado su enorme pasivo laboral como uno de los principales lastres que vuelven menos competitiva a la empresa. El monto total de estas obligaciones asciende a 88 mil millones de dólares, una cifra equivalente a casi el 7 por ciento del producto interno bruto de México.

Aún considerando que el Gobierno absorba parte de los pasivos de Pemex como deuda pública, la magnitud de éstos presiona las finanzas de la empresa justo en un momento en que su producción no logra levantarse y sus costos de financiamiento están por encarecerse debido al alza de tasas de interés.

Con una tercera parte de los ingresos públicos federales aún dependiendo de Pemex, los problemas en la petrolera representan otro obstáculo por sortear para la economía mexicana en el próximo año.