Petroleras a la deriva
Una de las industrias más exitosas de los últimos años se encuentra en declive. Con el fin del precio del crudo por encima de los 100 dólares por barril, las grandes firmas energéticas globales sufren para ajustarse a una nueva realidad en la que el valor del petróleo apenas rebasa los 30 dólares por barril.
Desde que inició la debacle de los precios de los energéticos a mediados del 2014, las grandes firmas energéticas que cotizan en las bolsas de valores han perdido en conjunto 1.7 billones de dólares de su valor de mercado, de acuerdo a datos de Bloomberg.
Rodrigo CarbajalUna de las industrias más exitosas de los últimos años se encuentra en declive. Con el fin del precio del crudo por encima de los 100 dólares por barril, las grandes firmas energéticas globales sufren para ajustarse a una nueva realidad en la que el valor del petróleo apenas rebasa los 30 dólares por barril.
Desde que inició la debacle de los precios de los energéticos a mediados del 2014, las grandes firmas energéticas que cotizan en las bolsas de valores han perdido en conjunto 1.7 billones de dólares de su valor de mercado, de acuerdo a datos de Bloomberg.
El deterioro se ha vuelto patente en el recorte masivo de inversiones, en el despido de más de 240 mil trabajadores a nivel global y en la limitación de los dividendos que las empresas pagan a sus inversionistas.
Las calificadoras crediticias ya han encendido las alarmas respecto de la capacidad de las compañías petroleras para empatar la magnitud de la caída del precio del petróleo con un programa considerable de recorte de gastos.
Malas calificaciones
Moody’s rebajó la calificación de la firma brasileña Petrobras por debajo del grado de inversión. La compañía cuenta con una deuda de 130 mil millones de dólares y está envuelta en el peor escándalo de corrupción en la historia reciente de Brasil.
Ecopetrol, la firma energética insignia de Colombia, ilustra el auge y caída de una industria que no ha encontrado una fórmula eficaz para cubrirse ante los bruscos cambios en el precio del crudo. En relación a su máxima valuación histórica de 136 mil millones de dólares, registrada en 2012, la compañía ha perdido alrededor del 90 por ciento de su valor y está a punto de perder su condición crediticia de grado de inversión.
Sin embargo, la coyuntura negativa no es exclusiva de firmas de países emergentes. La firma S&P redujo la calificación crediticia de la compañía anglo-holandesa Royal Dutch Shell, la tercer compañía petrolera de mayor valor de mercado, a su menor nivel desde que se tiene registro. La calificadora puso a la compañía energética en revisión para evaluar rebajas subsecuentes.
La británica BP, la italiana Eni, la española Repsol, la noruega Statoil y la francesa Total también se encuentran en proceso de revisión por parte de S&P.
Llegan las pérdidas
Las pérdidas y el recorte de inversiones se volvieron una realidad en el 2015. Chevron, la segunda mayor firma petrolera por valor de mercado, reportó una utilidad negativa por primera vez desde el 2002. La compañía anunció un recorte de 24 por ciento a su presupuesto de exploración como parte de un programa de reducción de costos.
BP es un caso más extremo. La firma británica registró una pérdida de 6.5 mil millones de dólares en el 2015, el peor resultado en 20 años, superando las pérdidas derivadas de su derrame petrolero en el Golfo de México en 2010.
La valoración de BP cayó por debajo de los 100 mil millones de dólares por primer vez desde el 2010. La compañía ya ha desinvertido 10 mil millones de dólares y planea extender el programa de ahorro de costos hasta 5 mil millones de dólares adicionales. Este programa incluye el despido de 7 mil trabajadores.
Finalmente, Exxon, la mayor petrolera por valor de mercado en el mundo, reportó una utilidad anual de 16 mil millones de dólares en el 2015, la mitad de lo registrado el año anterior. La firma interrumpió su programa de expansión de inversiones y anunció su presupuesto más bajo en diez años. En los últimos doce meses, la acción ha perdido 16 por ciento, su peor cotización interanual desde 1981.