En diversos tonos, el mundo expresa rechazo por el rumbo que toma la política económica en Argentina, que en particular preocupa a Italia.
El primer ministro de Italia, Mario Monti, envió una carta a Cristina Fernández para expresarle su incertidumbre por la inversión italiana en el sector eléctrico de Argentina.
“Quiero poner bajo su atención, la apelación dirigida al Gobierno argentino por el grupo Enel para que se cumplan las condiciones que permitan continuar operando en el país con las propias sociedades de generación y distribución eléctrica”, escribió Monti a Fernández.
La Unión Europea expresó que la decisión argentina envía señales negativas a los inversionistas.
”Podría dañar seriamente el ambiente de negocios en Argentina”, dijo el portavoz de Comercio de la UE, John Clancy.
La única voz positiva sobre este tema proviene del Gobierno venezolano de Hugo Chávez, que puso a disposición de los argentinos los conocimientos de la petrolera venezolana.