Producción decepciona… otra vez

En esta ocasión, los efectos calendario, que se dan cuando se cuenta con más o menos días laborales en un periodo, no pueden ser culpables por el modesto desempeño de la economía mexicana. 

El INEGI dio a conocer ayer que, en la comparación con el mes anterior, en abril la producción industrial retrocedió 1.67 por ciento, aunque en términos reales en su comparación con el mismo mes del año previo creció 3.3 por ciento. 

En esta ocasión, los efectos calendario, que se dan cuando se cuenta con más o menos días laborales en un periodo, no pueden ser culpables por el modesto desempeño de la economía mexicana. 

El INEGI dio a conocer ayer que, en la comparación con el mes anterior, en abril la producción industrial retrocedió 1.67 por ciento, aunque en términos reales en su comparación con el mismo mes del año previo creció 3.3 por ciento. 

Sin embargo, la tasa de crecimiento se esperaba mayor entre la serie de observadores del mercado mexicano. El consenso entre analistas del Dow Jones era para un 5.4 por ciento de crecimiento en términos reales anuales, mientras Banamex estimaba un crecimiento de 5.7 por ciento. 

Evidentemente, la brecha entre lo esperado y el número reportado por el instituto de estadística luce mucho más grande que un error de estimación.

En el futuro próximo, se puede esperar una rebaja en estimaciones de crecimiento por parte de diversas instituciones, entre ellas Banamex, que ha sido consistentemente más optimista que los resultados.

El crecimiento de la producción en los primeros cuatro meses del año también ha sido menor al del mismo periodo el año pasado.

La buena noticia, escondida entre el promedio de producción, es el crecimiento de la manufactura que registró un aumento de 5.6 por ciento. La construcción avanzó por sexto mes consecutivo menos de 2 por ciento, al registrar un modesto incremento de 1.2 por ciento. 

El suministro de electricidad y agua avanzó un 0.7 por ciento, menor al 2 por ciento registrado en el mismo mes del 2012 y 10.2 por ciento en el 2011. 

Por otro lado, la minería arrastró hacia abajo el indicador al contraerse en 1.7 por ciento la tasa anual. Al ajustar la producción mineral por estacionalidad, el nivel de esta es el más bajo desde julio del 2005. 

La decepción en cuanto a los datos de producción industrial no es algo nuevo. Desde hace unos meses la producción industrial se ha caracterizado por una aguda desaceleración, inclusivo reportando tasas tres veces menores a las estimadas. 

Sin embargo, en esta ocasión el mercado esperaba un dato mucho más positivo, al mostrar un avance importante ayer el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores. 

La realidad es que la desaceleración ya es evidente y el optimismo del mercado en México se está erosionando poco a poco. 

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CRECIMIENTO El tema pendiente

El nuevo milenio fue testigo del crecimiento inercial de la economía nacional, de una tasa promedio de 2.2 por ciento desde 2001; por lo que es un asunto sin resolver de la política económica del país. 

La tendencia no fue diferente para el segundo trimestre del año, cuando la economía se desaceleró ligeramente por el menor avance en el sector servicios, de acuerdo a cifras preliminares que publicó el INEGI. 

CRECIMIENTO Dentro de lo esperado

El INEGI reportó que el producto interno bruto (PIB) creció 2.8 por ciento a tasa anual en el primer trimestre de 2017, lo que llevó a la Secretaría de Hacienda a elevar su estimación de crecimiento económico para el año a un rango de 1.5 a 2.5 por ciento, desde un rango de 1.3  a 2.3 por ciento.

Al respecto, Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank México, explicó en entrevista para Reporte Indigo que observa  contrastes en la actividad económica del país.