¿Alguna vez te ha ocurrido que llegaron cargos a tu tarjeta que no hiciste o te llamaron para cobrarte una deuda de la que no tenías conocimiento que adquiriste? Tal vez se trata de uno de los fantasmas financieros, un delito muy común que se ha multiplicado en los últimos años en México.
Las deudas o fraudes fantasmas son aquellos que inventan o ejecutan en la mayoría de las veces grupos dedicados a la extorsión, sin embargo, también pueden aparecer porque la institución financiera brindó algún servicio sin la autorización del titular y este lo descubre hasta que al revisar su estado de cuenta se percata que durante meses ha pagado por un concepto no especificado.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) las personas más vulnerables a ser víctimas de este tipo de delitos son aquellas que tienen contratados instrumentos o préstamos con instituciones irregulares, aunque ningún usuario está exento de recibir un buen susto financiero, ya sea por vía telefónica, mensaje de WhatsApp o correo electrónico.
1 Registra todos tus movimientos
Uno de los errores más comunes que cometen los usuarios de servicios financieros es que dan por hecho que no necesitan revisar los movimientos que realizan, sin embargo, Miriam González, experta en finanzas personales de Finerio, opina que al hacerlo se evitará el doble cobro de comisiones, pagos domiciliados incorrectos o transferencias mal aplicadas.
2 Manténte al pendiente
Las instituciones financieras suelen ofrecer servicios o productos que muchas veces los usuarios aceptan sin tener conocimiento. Andrés Magalón, experto en finanzas personales, explica que este tipo de cargos se convierten en un dolor de cabeza fantasmal, ya que para poder comprobar que no se quería contratar se tiene que pasar por un proceso bastante complejo.
“Lo mejor es siempre estar al pendiente cuando se acude al cajero o en las ofertas que llegan en la aplicación del banco, porque nunca sabes cuándo te puedes llevar una desagradable sorpresa”, dice Malagón.
3 Utiliza canales oficiales
Una de las señales para identificar que se trata de fraudes fantasmas es que llega un correo electrónico informando que se tiene un adeudo por una cantidad muy alta de dinero o mediante una llamada telefónica. Para hacer más real la situación la voz al otro lado de la línea brinda los datos personales de la posible víctima.
“Cuando se tienen dudas por movimientos desconocidos o se reciben llamadas amenazadoras lo mejor es acudir al banco o solicitar el apoyo telefónico de algún ejecutivo de la institución”, sugiere Miriam González.
4 Nunca realices transferencias
Andrés Magalón explica que en la actualidad existen redes fantasmas que se dedican a extorsionar a tarjetahabientes por otras vías como WhatsApp. El paso inicial es la sustracción de la información desde grandes bases de datos y envían un mensaje cientos de veces a manera de gancho.
“Hay personas que por miedo a no ser embargados responden y llegan a realizar transferencias, el problema está en que cuando se dan cuenta de que era un fraude es demasiado tarde porque las cuentas a las que depositaron fueron dadas de baja”, manifiesta el experto en finanzas personales.
5 Evita proporcionar datos personales
En las tiendas de conveniencia y supermercados se realizan operaciones bancarias y en ocasiones las personas anotan su nombre y cuenta debido a que no se la saben de memoria. Para Miriam González esto es un error que debe evitarse, pues no solo se pone en peligro la privacidad también se corre el riesgo de que los datos sean utilizados para otros fines.
“Si se acude a lugares públicos es importante que no se brinde información personal, puede ser difícil pero lo mejor es memorizarlos o dictárselos al encargado de la caja”, aconseja la experta en finanzas personales de Finerio.
6 No caigas en pánico
Es normal que cuando se recibe una llamada con un tono amenazador y se desconoce el procedimiento a seguir los usuarios caigan en pánico. Sin embargo, Miriam González y Andrés Magalón coinciden en que lo primero que se debe hacer es mantener la calma y colgar de inmediato, acto seguido se debe notificar al banco o a la empresa en la que se tiene contratado un producto o servicio para alertarles de la situación. Esto permite recibir asesoría y que la institución pueda darle seguimiento al caso para evitar que ocurra de nuevo.