Como el doctor que continúa advirtiendo al paciente que cambie sus hábitos, el Fondo Monetario Internacional volvió a recordar de los problemas que enfrenta la Eurozona este año.
En su última actualización de su reporte sobre del Panorama Mundial Económico, la institución con sede en Washington recortó una vez más sus estimaciones de crecimiento mundial.
Su análisis se basa en la continuación de la crisis de deuda en Europa, la cual, mientras que el nivel de alerta se ha estancado, sigue sin encontrar una solución efectiva.
Según el organismo, la economía mundial crecerá 3.5 por ciento, una ligera disminución del 3.6 que había previsto en octubre del año pasado.
El escenario más crítico lo presenta la Unión Europea, que se espera tenga un crecimiento negativo de 0.2 por ciento, una diferencia notoria con el crecimiento pronosticado en octubre.
España sería el país que más afectaría a la Eurozona, mientras que Alemania crecerá, pero a tasas menores.
“Algo tiene que comenzar (con Europa)”, refirió en un video Olivier Blanchard, economista en jefe de la institución, tras la publicación del reporte.
Y si bien de manera conjunta habrá crecimiento, se teme que los datos de crecimiento no son suficientes para aliviar en gran medida el desempleo presente en todo el mundo, explicó Blanchard.
Igual que en su reporte pasado, el fondo espera que el crecimiento retorne en el 2014, aunque una vez más recorta su estimación para entonces. En esta ocasión reporta un crecimiento esperado de 4.1 por ciento, contra 4.2 por ciento previsto en octubre.
Los países emergentes y en desarrollo continuarán creciendo a pasos mayores, casi 7 por ciento en términos anuales, según el documento.
Nada seguro en EU
En cuanto a Estados Unidos, el FMI espera un crecimiento del 2 por ciento, manteniendo prácticamente sin cambios su pronóstico anterior.
No obstante, según el organismo, el crecimiento experimentado en EU en el último trimestre obedece a factores temporales, como mayor acumulación de inventarios, y no representa un camino seguro hacia el futuro.
Como se ha vuelto ya costumbre en estos reportes, el fondo hace un llamado a solucionar los problemas políticos detrás del bajo crecimiento mundial.
Es decir, que Europa y Estados Unidos solucionen sus problemas de deuda fiscal y regulación financiera y Japón implemente políticas contracíclicas agresivas.