Regresa el miedo a los mercados financieros

Al cumplirse la tercera semana de baja en la mayor parte de los mercados accionarios en el mundo, vuelven a surgir las voces de aquellos que criticaron los programas de apoyo al crecimiento y toman fuerza los economistas como el nobel de economía Paul Krugman que piden un cambio de estrategia.

Para Krugman es imperativo un cambio en las políticas monetarias implementadas buscando la disminución de los déficits fiscales y dando prioridad a la creación de empleos que puedan generar el crecimiento que el mundo necesita.

Al cumplirse la tercera semana de baja en la mayor parte de los mercados accionarios en el mundo, vuelven a surgir las voces de aquellos que criticaron los programas de apoyo al crecimiento y toman fuerza los economistas como el nobel de economía Paul Krugman que piden un cambio de estrategia.

Para Krugman es imperativo un cambio en las políticas monetarias implementadas buscando la disminución de los déficits fiscales y dando prioridad a la creación de empleos que puedan generar el crecimiento que el mundo necesita.

Al finalizar la reunión del Grupo de los ocho países más ricos del mundo en Camp David, los líderes de estos países tuvieron que aceptar que las políticas económicas implementadas hasta este momento no han dado los resultados esperados.

“Es imperativo favorecer el crecimiento y la creación de empleo”, subraya la declaración final. “Nos comprometemos a tomar todas las medidas necesarias para fortalecer nuestras economías y combatir las tensiones financieras, reconociendo que las medidas adecuadas no son las mismas para cada uno de nosotros”, añade el documento.

Barack Obama había afirmado poco antes: “Todos estamos absolutamente comprometidos en que el crecimiento y la estabilidad y la consolidación fiscal son parte de un mismo paquete para conseguir la prosperidad de nuestros ciudadanos, que es lo que todos buscamos”.

Al concluir la reunión del G-8 los lideres participantes en la reunión estuvieron de acuerdo sobre la idea de que la austeridad, por sí sola, no puede resolver la grave crisis de Europa y en que ha llegado la hora de impulsar el crecimiento.

Por fin pudimos ver que Ángela Merkel, la canciller alemana, suavizó su posición y aceptó la estrategia del estímulo económico como conclusión de la cumbre del G-8.

El viernes pasado los mercados accionarios Europeos finalizaron con la peor semana de bajas en sus indicadores en los últimos ocho meses, presionados no solo por la crisis en Grecia o la difícil situación por la que atraviesan los bancos españoles, sino también por las presiones de los datos de menor crecimiento llegados de China o la baja en los indicadores económicos generados en los Estados Unidos.

El índice de la región europea, el Stoxx 600 cayó el 1.1 por ciento el viernes, para situarse en su nivel mas bajo desde el pasado diciembre 21, sumando una baja del 5.2 por ciento tan solo en las ultimas cinco sesiones del mercado y llevándole a su peor caída desde el pasado septiembre.

La situación no es diferente en otros mercados europeos, ya que el índice londinense FTSE 100 bajo el 1.3 por ciento para tener su cierre en el nivel más bajo desde noviembre 25, el índice francés CAC 40 disminuyo a su nivel de diciembre 18 y índice alemán DAX 30 regresó al nivel que tenia en enero 16.

En los mercados de américa la situación no fue diferente. En México el IPC cerró en 36,875 puntos con ajuste semanal de 5.18 por ciento y en los Estados Unidos su principal indicador el S&P500 bajó 4.30 por ciento en la semana y cerró en los 1,295 puntos, por su parte nuestro tipo de cambio contra el dólar termina la semana en 13.84 pesos por dólar, alcanzando el nivel mas alto en el año.

Ante todo este panorama vuelve a surgir los fantasmas del pasado, ya que la historia nos dice que la Gran Recesión de 1929 en los Estados Unidos no toco su fondo en ese año sino en 1932.
Las políticas económicas implementadas en 1930 y 1931 lo ayudaron a repuntar, pero su punto más bajo fue en 1932 cuando los economistas de la época consideraron que se había dado el apoyo suficiente y que la economía estaba lo suficientemente sana para volver a crecer por cuenta propia. Definitivamente no era así.

¿Se repetirá esta historia?