Los ingresos tributarios del SAT no lograron esquivar el golpe que le propinó la pandemia por COVID-19 en el 2020, pero al menos este “contrincante” no los tiró a la lona.
De acuerdo con información preliminar publicada por el Sistema de Administración Tributaria (SAT), en 2020 ingresaron a las arcas públicas un monto de tres billones 336 mil 876 millones de pesos por gravámenes, que representa un aumento real de 0.7 por ciento con respecto a lo reportado en 2019.
El organismo encabezado por Raquel Buenrostro, a quien se le ha señalado con el mote de “la fiscal de hierro”, atribuyó este incremento a las estrategias de cobro y fiscalización establecidas para fortalecer la recaudación.
Pese a este incremento, lo recaudado no se acercó a la meta establecida en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) de 2020, en donde se preveía integrar a las arcas del gobierno tres billones 505 mil 822 millones de pesos.
A través de sus redes sociales, el SAT informó que este incremento “evitó endeudamiento, garantizó finanzas públicas sanas y permitió cubrir los gastos en salud y los programas prioritarios”.
Con el Impuesto Sobre la Renta (ISR) se registró una recaudación de un billon 760 mil 294 millones de pesos, que representa 0.8 por ciento más que en 2019; por el Impuesto al Valor Agregado (IVA), ingresaron 988 mil 979 millones, es decir, 2.5 por ciento más.
Pero con el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se registró una disminución de 3.1 por ciento, con una recaudación de 461 mil 633 millones de pesos.
Se trata de un resultado positivo para el SAT pese a los pronósticos de la disminución en la recaudación que se establecieron los primeros meses del 2020 ante la pandemia que afectó la economía mundial, señala Adrián García Gómez, coordinador de ingresos e impuestos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Advierte que el país sigue siendo uno de los que menos recauda comparado con otras naciones asiáticas o latinoamericanas con ingresos similares o aquellas pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en donde México es el último miembro en recaudación con 16.2 por ciento respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
El especialista apunta que este incremento en la recaudación es atribuible al “cierre” de diversos huecos legales en el cobro de impuestos, por ejemplo, en los servicios digitales que se implementó el año pasado; así como el perfeccionamiento de auditorías para evitar o disminuir la evasión fiscal.
De acuerdo con la autoridad fiscal, los esfuerzos adicionales de recaudación alcanzaron un monto de 429 mil 928 millones de pesos, todo ello sin necesidad de judicialización.
En el caso de las estrategias de cobranza y fiscalización permitieron obtener de forma adicional 408 mil 956 millones de pesos sin necesidad de judicialización, de los cuales 215 mil 659 fueron de grandes contribuyentes.
En 2020 los grandes contribuyentes prefirieron evitar enfrentamientos con Buenrostro. Al cierre de diciembre de 2020 se fiscalizaron a 884 de los 12 mil grandes contribuyentes y únicamente dos saldaron sus adeudos por tres mil 579 millones de pesos a través de procesos de litigio.
Reforma Fiscal del SAT, necesaria
Los esfuerzos para disminuir la evasión fiscal del SAT a cargo de Raquel Buenrostro, podrían ser el proceso de preparación para una posible Reforma Fiscal, señala García Gómez.
Una Reforma Fiscal integral debe contener revisión a las deducciones del Impuesto Sobre la Renta (ISR), impuestos ambientales y un nuevo pacto fiscal entre Federación y estados para otorgar incentivos a quienes recauden más.
“Definitivamente la recaudación subnacional de los estados y municipios es muy baja comparadas con cualquier país del mundo, por ello se tienen que generar incentivos para aumentar la recaudación. Las capacidades de los SATs locales no dan para hacer recaudación adecuada, podrían empezar inclusive por mejorar la administración local”, explica.
El aumento a impuestos sobre las ganancias de capital, es decir, los gravámenes que se enfocan en el beneficio obtenido por la venta de un activo, también debería conformar estos cambios fiscales, detalla.
Sin embargo, las autoridades hacendarias mexicanas señalan que el proceso de la integración de una Reforma Fiscal podría ocurrir hasta 2022.