S&P mejora perspectiva de México de negativa a estable; ratifica calificación de deuda

La calificadora hizo mención a los equilibrios macroeconómicos para ratificar la calificación BBB y señaló como positivo el bajo déficit

La tarde de este miércoles, la calificadora Standard and Poor’s (S&P) ratificó la calificación de la deuda soberana de largo plazo de México en moneda extranjera y local en BBB y BBB+, además de mejorar la perspectiva de negativa a estable.

De acuerdo con la agencia, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) busca políticas que mantengan la solidez de sus finanzas públicas así como niveles de deuda por debajo de 50 por ciento, lo que permitirá continuar con un entorno de estabilidad macroeconómica.

“La perspectiva estable refleja nuestra expectativa de que prevalecerá un manejo macroeconómico cauteloso durante los próximos dos años, a pesar de un contexto mundial más complejo. Esperamos que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador siga políticas económicas que resulten en una dinámica fiscal y de deuda estable”, abundó la agencia.

No obstante, S&P también precisó que los roces que ha tenido el gobierno de México con sus principales socios comerciales, como Estados Unidos y Canadá, podrían desincentivar la inversión en nuestro país.

Por su parte, el presidente AMLO publicó un mensaje en sus redes sociales donde destacó que las calificadoras están “reconociendo la estabilidad y la prudencia fiscal y monetaria que ha promovido esta administración”.

La calificadora hizo mención a los equilibrios macroeconómicos para ratificar la calificación BBB y señaló como positivo el bajo déficit en cuenta corriente, el tipo de libre flotación que facilita el acceso a los mercados financieros, y una política monetaria, a cargo de Banxico, creíble.

A su vez, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, informó al Ejecutivo federal que lo mejor del anuncio de S&P fue el cambio sobre la perspectiva, que pasó de negativa a estable, lo cual brinda mayor certidumbre a los inversionistas de que no habrá una baja de la calificación en los siguientes 12 meses, a menos de que suceda algún evento extraordinario.

De hecho, el gobierno de México ha impuesto una política de austeridad en el gasto público desde que inició en diciembre de 2018, aunque también ha destinado importantes recursos para atajar la millonaria deuda de la petrolera estatal Pemex, en medio de un contexto económico internacional complejo.

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Sin embargo, la calificadora advirtió que retrocesos inesperados en la gestión macroeconómica o en el diálogo entre los socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre la cadena de suministro y los vínculos transfronterizos, podrían debilitar la inversión y la confianza en nuestro país, lo que podría llevar a una rebaja en la calificación en los próximos dos años.

Además, resaltó que considerando la etapa en que se encuentra el ciclo político y la polarización en el Congreso mexicano, no espera que se aprueben iniciativas constitucionales que presionen el entorno de negocios.

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