¿Sale Lagarde, entra Carstens?
El sueño de Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), de dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) recibió un nuevo rayo de esperanza.
La actual directora gerente del FMI, Christine Lagarde, fue imputada ayer por la justicia francesa por un caso de corrupción que data del periodo cuando era ministra de Finanzas en el gobierno de Nicolas Sarkozy.
Aunque la investigación se hizo pública a principios de año, no se había abierto un expediente oficial en contra de Lagarde.
Rolando Hinojosa
El sueño de Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), de dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) recibió un nuevo rayo de esperanza.
La actual directora gerente del FMI, Christine Lagarde, fue imputada ayer por la justicia francesa por un caso de corrupción que data del periodo cuando era ministra de Finanzas en el gobierno de Nicolas Sarkozy.
Aunque la investigación se hizo pública a principios de año, no se había abierto un expediente oficial en contra de Lagarde.
Un escándalo de esta escala podría generar la renuncia de la directora y abrir el puesto a nuevos candidatos, entre los que Carstens lleva años figurando de manera importante.
Las autoridades de Francia investigan a Lagarde por una presunta negligencia en el caso de Bernard Tapie. El empresario y amigo de Sarkozy, entonces presidente de su país, recibió una indemnización de 403 millones de euros por parte del gobierno en una operación de arbitraje que se ha calificado como simulada.
Al momento del supuesto acto de corrupción, Lagarde era ministra de Finanzas y fue responsable de avalar el pago realizado por el Gobierno de Francia. Las pesquisas judiciales no han favorecido a la cabeza del FMI, ya que la imputación se realizó después de rendir declaraciones y cooperar con las autoridades.
En ese sentido, no sería la primera vez que un director del Fondo renuncia por escándalo. Hace tres años Lagarde reemplazó a Dominique Strauss-Kahn, quien se vio obligado a dejar su puesto ante las acusaciones de acoso sexual de una empleada de hotel.
Carstens figura desde hace tiempo como un candidato fuerte para dirigir el FMI.
“En este momento crucial el FMI necesita un director gerente que pueda dar una orientación estratégica a la institución”, dijo Carstens en su postulación en el 2011, en medio de circunstancias similares a las actuales.
El caso Tapie
La investigación respecto a la supuesta corrupción en el arbitraje de Tapie, que fue realizado para poner fin a una disputa entre el magnate y el ahora inexistente banco paraestatal Credit Lyonnais, ya ha involucrado a varios miembros del gabinete del entonces presidente francés Nicolas Sarkozy.
Aunque en el pasado Lagarde no había sido considerada como parte de un crimen y había participado en la investigación como testigo, después de su cuarta comparecencia los jueces decidieron imputar cargos de negligencia en su contra.
En el pasado, Lagarde ha indicado no reconocer su firma en los documentos que avalaron el pago de Tapie, pero uno de sus exasistentes ha declarado que Lagarde estaba completamente informada al respecto.
Si se le encuentra culpable, Lagarde se enfrentaría a la posibilidad de una pena máxima de un año en prisión y una multa de 15 mil euros.
Por el momento, Lagarde ha calificado como “sin mérito” la decisión de las autoridades francesas, y su abogado ha indicado que apelará la decisión.
Escándalo en el FMI
Esta no es la primera vez que la dirección del FMI se ha visto envuelta en un escándalo, pues Dominique Strauss-Kahn, el antecesor en el puesto de Lagarde, dejó la organización en el 2011 después de ser arrestado en Nueva York bajo acusaciones de atacar sexualmente a una empleada del hotel donde se hospedaba.
Al igual que ahora, en esa ocasión Carstens fue tratado en los medios internacionales como un posible sucesor al frente del FMI.
Poco antes de este escándalo, Strauss-Kahn, quien al igual que Lagarde fue ministro de Finanzas de Francia antes de llegar al FMI, fue descrito por Joseph Stiglitz, ganador del Premio Nobel en Economía, como un “líder sagaz” por haber logrado una transición de valores neoliberales a progresivos en el FMI.
Pero en mayo del 2011, Strauss-Kahn fue acusado de haber atacado a Nafissatou Diallo, una mucama del hotel Sofitel New York.
La policía lo arrestó en el aeropuerto antes de que dejara Estados Unidos, y tres días después Strauss-Kahn presentó su renuncia a la mesa directiva del FMI, negando “con la mayor firmeza posible” todas las acusaciones presentadas en su contra.
Aunque la evidencia confirmó que hubo actividad sexual entre Strauss-Kahn y Diallo, la justicia estadounidense posteriormente dejó ir a Strauss-Kahn, libre de cargos, debido a que el testimonio de Diallo como supuesta víctima perdió credibilidad después de que se reveló que le había mentido repetidamente a la policía y al jurado.