El expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari, escribió en exclusiva para el diario El Financiero una apología sobre la privatización de Telmex.
Hace 24 años un consorcio de empresas lideradas por Carlos Slim se apropió de la paraestatal. Con el tiempo, este empresario se ha convertido en una de las personas más ricas del mundo y en uno de los villanos favoritos de los mexicanos, quien lo acusan de hacerse rico mediante el tráfico de influencias y la construcción de monopolios.
Salinas afirma que la falta de competencia en el ámbito de telecomunicaciones no fue un producto de la privatización, si no un problema de falta de regulación que surgió en el sexenio del presidente Ernesto Zedillo con la creación de la Cofetel
“Años después (de la creación de la Comisión Federal de Competencia o CFC) fue la CFC la que emitió resolución de dominancia contra Telmex; si su regulación fue subóptima, tuvieron 20 años para fortalecerla”, escribió el exmandatario.
“En lugar de eso, al crearse Cofetel en 1996 se les enfrentó y se afectó la capacidad reguladora de la CFC. Una Cofetel débil le permitió a Telmex esa posición dominante privilegiada”.
Convocatoria transparente
Dentro de la primera parte del texto publicado, Carlos Salinas defiende el proceso de privatización de Telmex y lo califica como necesario, justo y transparente.
“Antes de la privatización, la mayoría de los hogares mexicanos carecían del servicio telefónico; además, había más de un millón y medio de solicitudes de instalación pendientes”, señaló en referencia a los problemas del la paraestatal.
De acuerdo con Salinas, Telmex en manos del Estado representaba un gran obstáculo para el desarrollo económico de México y un problema en la vida cotidiana de todos los mexicanos.
“La expansión de Telmex hubiera requerido del Estado más de 10 mil millones de dólares. Ante recursos escasos, la solución fue que el Estado invertiría en prioridades como educación y salud, y se promovería la inversión privada en telefonía” explicó.
Ante las acusaciones de que Carlos Slim se quedó con la concesión a pesar de no haber ofrecido la mejor oferta, Salinas afirma que no existen pruebas y que, al contrario, el Estado se benefició de la venta.
“Dos años antes de la privatización, Telmex sólo valía 207 millones de dólares. Tuvo que reestructurarse fiscal y financieramente para maximizar su valor.
“En el momento del anuncio de su privatización, Telmex ya estaba valuada en 3 mil 300 millones de dólares. El gobierno recibió por su participación accionaria 8 mil 615 millones de dólares”, afirmó.