Salvando al desempleado

El desempleo es una de las condiciones más indeseables que puede vivir el ser humano a través de su vida. 

Cada vez que las habilidades laborales de un trabajador en cualquier país no se están aprovechando, tal país pierde camino de su potencial de crecimiento. 

El seguro de desempleo se define como un apoyo financiero a corto plazo otorgado a los trabajadores que son despedidos por causas ajenas a su voluntad. 

Jesús M. Badiola Jesús M. Badiola Publicado el
Comparte esta nota

Algunos programas otorgan un número de salarios mínimos al mes, por un semestre, a la par de talleres de capacitación y programas para conectar desempleados con empresas en busca de trabajadores

El desempleo es una de las condiciones más indeseables que puede vivir el ser humano a través de su vida. 

Cada vez que las habilidades laborales de un trabajador en cualquier país no se están aprovechando, tal país pierde camino de su potencial de crecimiento. 

El seguro de desempleo se define como un apoyo financiero a corto plazo otorgado a los trabajadores que son despedidos por causas ajenas a su voluntad. 

El verdadero propósito del seguro es prevenir que el segmento de la fuerza laboral que esté en condiciones más precarias, no llegue a caer en la pobreza. 

México es el único país de la OCDE que no tiene un programa de seguro de desempleo abierto para su población, y de los únicos en Latinoamérica sin un programa de tales características. 

Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Venezuela y Ecuador son algunos de nuestros vecinos latinos que sÍ tienen algún tipo de seguro de desempleo. 

La Ciudad de México se ha adelantado a los esfuerzos federales y ha empezado con su propio programa de seguro de desempleo tramitado por la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del Distrito Federal. Aún así, la gran mayoría del país carece de tal oportunidad. 

A principios de este año, la Organización Internacional del Trabajo sugirió a México reorientar parte del gasto público para implementar un seguro de desempleo. En especial, tomando en cuenta la situación laboral que existe en México. 

Mientras que la tasa del desempleo en México ronda alrededor del 4.47 por ciento, tal cifra ha sido criticada abiertamente por su inefectividad.

La ausencia de un sistema público de apoyo al desempleo hace que la tasa sin empleo en México solo contabilice a aquellos que han sido dados de baja de un empleo formal y siguen buscando trabajo, lo cual subestima el verdadero panorama de la desocupación en el país. 

Mientras que los programas de seguro de desempleo han sido fuertemente criticados por el efecto perverso que tienen sobre las intenciones de volver a emplearse y las situaciones de riesgo moral al ofrecer dinero en efectivo a la población, nuevas formas de modelación de estos programas han hecho que la sociedad sea apoyada de mejo forma y el empleo mejor incentivado. 

Diferentes esquemas, diferentes retos

La modelación de un efectivo sistema de seguro de desempleos crea una serie de preguntas sobre cómo utilizarlo para incentivar a los que entren en el desempleo a conseguir su nuevo empleo, sin rezagarlos dentro del mercado informal.

En estos programas, existe el dilema del riesgo moral. Programas de seguros de desempleo modernos, como los que se están considerando para nuestro país, se enfocan en otorgar un estipendio marginal para apoyar a los más necesitados a evadir la brecha de la pobreza e incentivarlos a buscar su siguiente trabajo. 

Estos programas otorgan un número de salarios mínimos al mes, por un semestre, con una disminución mensual de los beneficios económicos a la par de talleres de capacitación y programas para conectar desempleados con empresas en busca de contrataciones. 

De igual forma, varios de los esquemas presentan un tiempo límite, tanto en tiempo de recepción del beneficio, como en el plazo que tendrán que esperar para poder ser sujetos a recibir un futuro seguro de desempleo, en el caso de que sean corridos de su siguiente trabajo. 

Bajo este modelo, se disminuye la tentación a entrar y salir de empleos solamente para recibir el seguro.

Mientras que algunos esquemas de seguros establecen su financiamiento en fondos públicos, hay otros que buscan un modelo de financiamiento más sólido que también reduzca los problemas de riesgo moral para aquellos que contraigan un seguro de tal tipo. 

Con la idea de retribuir al gobierno por el apoyo otorgado, algunos esquemas de seguros  de desempleo plantan que la persona que recibe el seguro en su momento, al conseguir un nuevo empleo, deberá pagar en montos mensuales la misma cantidad que le fue otorgado por su seguro original. 

¿Cuál es el peor mal?

Mientras que pueden existir distintos debates válidos sobre los diferentes métodos que harían más eficiente un sistema de seguro al desempleo, lo que es evidente es que cualquier programa, por más defectos que tenga, es mejor que no tener alguno. 

En nuestro país aún no se han establecido las instituciones sociales que eviten que alguna parte de la población se aproveche de los distintos programas de apoyo que ofrece el gobierno federal. 

Sin embargo, las cifras del beneficio en cuanto a desarrollo social, nutrición, salud y agricultura notan que, aunque diferentes programas de apoyo carecen de modificaciones sustanciales, su existencia ha mejorado la calidad de vida de los mexicanos.

De la misma forma, no se espera que el seguro de desempleo que se podría efectuar en el país esté carente de problemas y cause nuevas dificultades, pero se estima que un programa para auxiliar al desempleado sea preferible a dejarlo solo.

Países con seguro de desempleo

— Resto del Mundo
Argentina
Brasil
Ecuador
Uruguay
Chile
Venezuela

— OCDE
Estados Unidos
Reino Unido
Australia
Japón
Polonia
China

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil