La semana pasada, el presidente ruso Vladimir Putin declaró no temerle a las sanciones económicas impuestas a su país por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, diciendo que su impacto “no sería crítico”.
Incluso, minimizó la situación diciendo que eso podría traer beneficios al “incrementar la soberanía económica” de Rusia.
A pocos días de sus declaraciones, los indicadores económicos siguen sin darle la razón a Putin.
En medio de una nueva ronda de sanciones, dirigidas a 22 personas y 17 empresas, una encuesta de economistas realizada por Bloomberg apunta que la probabilidad de que Rusia caiga en una recesión en los próximos 12 meses es de 50 por ciento.
Mientras tanto, las autoridades económicas de Rusia parecen darle la razón a la encuesta de Bloomberg.
El Ministerio de Economía ruso reporta que durante el primer trimestre de este año, la economía del país creció 0.8 por ciento.
Después de un 2013 que incluyó el más bajo nivel de crecimiento económico desde el 2009 para Rusia, estas no son buenas noticias.
Autoridades del Ministerio de Finanzas han indicado que la economía podría no crecer o incluso contraerse durante el segundo o tercer trimestre del año.
Al mismo tiempo, la inflación se ha mantenido alta, llevando a algunos expertos a advertir que Rusia podría estar cayendo en una situación de estanflación.
Economía congelada
La fuga de capital durante los últimos dos meses ya rebasa los 63 mil millones de dólares que salieron del país durante todo el 2013.
Esto debilita al rublo, que ha perdido el 7.7 por ciento de su valor frente al dólar en lo que va del año.
En consecuencia, la inflación interanual durante el primer trimestre del 2014 fue de 6.4 por ciento, significativamente por encima del objetivo de 5 por ciento fijado por el Banco Central de Rusia.
Para poder combatir la alta inflación e impulsar el valor de su moneda, el banco central ruso decidió recientemente subir su tasa de interés de referencia por segunda vez en el año, colocándola en 7.5 por ciento.
Aunque la medida tiene sentido para combatir la inflación, expertos apuntan que esto podría frenar aún más el crecimiento económico del país.
Además, quizá ni siquiera una alza de tasas podrá salvar al rublo. Esto después de que la semana pasada la calificadora crediticia Standard & Poor’s redujo la calificación de la deuda soberana rusa a un nivel por encima de bonos basura, y advirtió que podría reducir la calificación de nuevo si el crecimiento se deteriora.
La temida estanflación
En medio del conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, las autoridades rusas han dicho no temerle a las sanciones económicas que Estados Unidos y la Unión Europea le han impuesto.
Pero internamente, Rusia se enfrenta a una temida amenaza económica: la estanflación.
Esta combinación de bajo crecimiento en el producto interno bruto (PIB) y alta inflación puede observarse en Rusia desde la segunda mitad del 2012, y no ha podido ser frenada. Y el 2014 parece anunciar que la situación empeorará significativamente.
Los analistas pronostican que el crecimiento económico del país a duras penas alcanzará el uno por ciento este año, y podría contraerse si las sanciones se endurecen.
Al mismo tiempo, la inflación se ha mantenido consistentemente por encima del objetivo de 5 por ciento del banco central ruso.
Mientras tanto, para combatir la fuga de capitales y el debilitamiento de su moneda, el banco central ruso anunció la semana pasada que alzaría su tasa de interés de referencia a 7.5 por ciento.
Al mismo tiempo, esta decisión podría frenar todavía más el crecimiento y colocar al país en una recesión.
Todo parece indicar que las autoridades económicas de Rusia están entre la espada y la pared.