La fusión entre The Walt Disney Company y 21st Century Fox ha encendido las alertas en México por la posible monopolización de contenidos deportivos, futbol principalmente, por parte de Fox Sports quien inclusive ya está comenzando a anunciar el lanzamiento de una app, mediante la cual ofrecerá contenido deportivo “en vivo y en exclusiva”.
La preocupación ha llegado hasta el Senado de la República, en donde legisladores de Morena ya han comenzado a externar sus dudas por las intenciones de la televisora, la cual enfrenta serios problemas en torno a su fusión con Disney por, precisamente, la posible monopolización de contenidos.
En México, el futbol sería el principal afectado, por lo que es previsible que los legisladores, incluso, citen a comparecer a los presidentes del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE).
El 17 de septiembre, a tan solo unas semanas de haberse oficializado la fusión Disney-Fox, su filial Fox Sports Latin América, anunció el lanzamiento de una “app” llamada Fox Sports Premium, la cual ofrecerá a partir del 1 de enero de 2019 los contenidos exclusivos, a pesar de que la empresa ya ofrece dichos contenidos mediante sus distintas señales.
El temor es que este nuevo servicio termine por sustituir completamente a los de Fox Sports que millones de mexicanos tienen ya contratados, y vía los cuales acceden a partidos de Monterrey o Santos, por citar algunos ejemplos, y que nuestro país se enfile en dirección de lo que ocurre actualmente en Argentina.
En ese país sudamericano, Fox Sports adquirió la totalidad de los partidos de la liga de fútbol por un periodo de cinco años, pagando una contraprestación exhorbitante de 2 mil millones de dólares.
Hasta ese momento, los partidos se venían ofreciendo gratis por la TV pública, sin embargo, como prueba del control del mercado de contenidos deportivos, Fox Sports anunció el lanzamiento de su canal “Premium”, tan solo unas semanas después de haber ganado la subasta de los derechos de transmisión del fútbol argentino.
Por medio de esta nueva señal, la empresa obligó a los aficionados argentinos a pagar una suscripción a un sistema de TV de paga, cuyo costo promedio en dicho país es de aproximadamente mil pesos mexicanos, y a adquirir un “paquete” adicional que, por un precio equivalente a 300 pesos mexicanos, les permitía acceder a los partidos en vivo. Una erogación calificada como agresiva y arbitraria.
Por el momento, la fusión entre las empresas está siendo frenada por Brasil y Estados Unidos, quienes ven en la misma un trasfondo perverso: adquirir el control absoluto de los contenidos deportivos en América Latina.
El Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), la autoridad brasileña de competencia económica, resolvió el pasado lunes, que el acuerdo entre estas empresas podría generar afectaciones al mercado de programas deportivos; mientras que en Estados Unidos el Departamento de Justicia ordenó a ambas empresas desprenderse de más de 20 canales deportivos regionales de la cadena ESPN, de forma que se evite el control del mercado de contenidos deportivos.
Con su fusión, Disney y Fox buscan controlar en la región y en exclusiva, un gran portafolio de eventos deportivos de primer nivel, que van desde la UEFA Champions League y otras ligas de fútbol europeas, hasta la transmisión exclusiva de torneo de basquetbol, fútbol americano, artes marciales mixtas, golf o tenis, e incluso, competiciones regionales como la Liga MX o la Liga Argentina.
La fusión valuada en 71 mil millones de dólares, ha provocado preocupación en varias naciones por sus graves implicaciones para el mercado de contenidos a nivel internacional, sobre todo por su enorme capacidad de control de la programación y su elevado poder económico.
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