A Carlos Slim y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) los une algo: el poder. El empresario es el patriarca de la dinastía más rica de México con una fortuna valuada en 63.4 billones de dólares, mientras que el inquilino de Palacio Nacional es la figura política de mayor relevancia en el país con un respaldo de aproximadamente 50 millones de mexicanos.
Ambos se conocen bien y sonríen juntos frente a las cámaras, pero no por eso se llaman amigos. Su relación comenzó en el 2000 cuando coincidieron en una cena privada y el entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal invitó al hombre de negocios a invertir en la capital del país.
Lo que parecía que se convertiría en una sólida amistad dio un giro cuando López Obrador le externó que quería enfocarse en Paseo de la Reforma, sin embargo, Slim creía más importante rehabilitar el Centro Histórico. Ese fue el primer desencuentro.
Un año después iniciaron las obras de recuperación y restauración de edificios e inmuebles con valor patrimonial ubicados en el corazón de la Ciudad de México. El político firmó un convenio de coordinación, mientras que el magnate fue nombrado presidente del Consejo Consultivo del proyecto y desembolsó mil millones de pesos.
Durante algún tiempo ambos mantuvieron una relación cordial, pero distante hasta que en 2006 el político tabasqueño realizó un plantón en la misma avenida que quiso rehabilitar años atrás. El bloqueo no fue un buen negocio para Slim, pues la actividad económica de la zona se vio afectada en más de 10 mil millones de pesos, en consecuencia se unió al descontento de los principales líderes de las cámaras empresariales.
La llegada de la Cuarta Transformación trajo consigo varias jugadas que han hecho perder en las vencidas al hombre más rico de México. Hasta ahora, la derrota más significativa es la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), con la que el Ingeniero sufrió una pérdida de 9 mil 169 millones de pesos tras la caída de los precios de Grupo Carso en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) al darse a conocer el anuncio.
El escritor y periodista José Martínez M. conoce muy de cerca los pasos del Ingeniero y asegura que en este momento la relación de ambos tiene un alto grado de conveniencia, pues se necesitan para impulsar a México, debido a que uno detenta el poder político y el otro económico.
“La relación de Slim y López Obrador está llena de encuentros y desencuentros: a la vista pública sonríen y posan ante las cámaras para dar una imagen de concordia, pero debajo de la mesa se tiran patadas y por mucha cercanía que pueda parecer que tiene con el presidente, el empresario no es un hombre de amigos, es un hombre de intereses”, comparte en exclusiva el autor del libro que se publicará en los siguientes meses La Dinastía, los herederos del imperio Slim, que forma parte de una bioserie sobre el magnate y en el que se revelarán detalles íntimos e información personal del empresario
Puedes encontrar en el siguiente enlace el contenido exclusivo de José Martínez para Reporte Índigo: Carlos Slim y AMLO
El origen del imperio de Slim
Martínez M. detalla que conoció al millonario a finales de 1999 por un texto que escribió de él y a partir de ese momento comenzaron un diálogo que después fructificó con la publicación del libro Carlos Slim: retrato inédito (2010), el cual se ha traducido a diversos idiomas con varias ediciones actualizadas.
Entre sus libros más notables destacan Las enseñanzas del profesor (2012), sobre Carlos Hank González, y La maestra (2003), que retrata la vida de Elba Esther Gordillo, así como Los secretos del hombre más rico del mundo (2011), que también aborda temas sobre Slim.
Desde antes de conocerse, el escritor estaba convencido de que el empresario se convertiría en el más rico de México por el comportamiento de sus empresas en la bolsa y la expansión acelerada de sus negocios, a partir de que obtuvo la concesión de Telmex en 1990.
Esta operación generó polémica en su momento y hasta la actualidad quedan muchas dudas en el aire, pero Martínez M. asegura que es un tema que el actual presidente de México sigue cuestionando porque cuando ocurrió la privatización de la compañía apoyó la demanda de Cuauhtémoc Cárdenas ante la entonces Procuraduría General de la República y el Congreso en contra de Carlos Salinas de Gortari por el delito de traición a la patria y asociación delictuosa al considerar anticonstitucional la venta.
Al respecto, el escritor revela que previo a la llegada de López Obrador a la silla presidencial y en un intento de proteger su patrimonio y el de su familia, el presidente honorario vitalicio de Grupo Carso pidió a sus abogados que apresuraran la renovación del Título de Concesión de Telmex, misma que le fue extendida por 30 años más.
“Carlos Slim creó su imperio a partir de Telmex, gracias a que la convirtió en una empresa de clase mundial y no permitirá que nadie vulnere sus negocios. Con la medida, los Slim tienen garantizada la explotación de los servicios telefónicos del país durante tres generaciones”.
Slim: Más allá del empresario
Detrás de los billones de dólares y las empresas, José Martínez M. asegura que Carlos Slim tiene los mismos gustos y preocupaciones que cualquier otra persona. Se despierta a las 11 de la mañana porque padece de insomnio y una de sus mayores pasiones es la lectura.
Es una persona como cualquiera y por mucho dinero que tenga sufre las mismas enfermedades que los demás
En 1999, el ingeniero sufrió una de las pérdidas más dolorosas: su esposa Soumaya Domit falleció a los 50 años tras padecer una insuficiencia renal. Una manera de rendir homenaje a su memoria fue con la construcción del Museo Soumaya, en donde están resguardadas aproximadamente 66 mil obras de 30 siglos de arte.
Aunque cada vez son más evidentes los estragos de la diabetes que lo acompaña desde 20 años y los padecimientos que sufre del corazón, el hombre más rico de México se da tiempo para estar con sus amigos, entre los que destacan Miguel Alemán, el matrimonio Clinton, Carlos Bremer, y Checo Pérez.
El rey de las telecomunicaciones lleva años preparando a sus tres hijos varones Carlos, Marco Antonio y Patricio Slim Domit , nietos y yernos como como Arturo Elias Ayub para cederles la batuta cuando llegue el momento de retirarse, pero parece que la fecha no está cerca de llegar en el corto plazo, aun cuando el presidente confesó que Slim le dejó entrever que terminaría su vida empresarial durante este sexenio.
Martínez M. comparte que esta noticia molestó al ingeniero civil egresado de la UNAM no solo porque el día del anuncio provocó que Grupo Carso perdiera mil 760 millones de pesos en la bolsa de valores, también porque estaba faltando a la verdad.
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“El empresario se va a retirar cuando él quiera no cuando un presidente lo diga. Él es de carne y hueso y siempre bromea con que no es el más rico, sino el más sabroso. Una de sus mayores habilidades es que seduce a muchas personas al grado de que si él hubiera querido México tendría un presidente llamado Carlos Slim”, manifiesta el escritor.
Sus hijas Soumaya, Vanessa y Johanna están fuera del mundo de los negocios, pero tienen una participación importante en las actividades relacionadas con la filantropía, similar a lo que realizó su madre.
Pendientes sobre el escritorio
A pesar de tener un imperio conformado por más de 500 empresas en diversos países de todo el mundo, el empresario aún quiere concretar varias cosas. En el mundo de los negocios su mayor deseo es entrar al sistema de televisión de paga en su país.
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Fuera del dinero, José Martínez M. reconoce que algunos pendientes que le preocupan al empresario es que le gustaría escribir la biografía de su padre Julián Slim Haddad, sus memorias personales y un libro sobre la nueva civilización, tesis que difunde cada vez que tiene oportunidad.
“No creo que le alcance el tiempo, aunque ha venido trabajando desde hace algunos años en su historia familiar para la biografía de su padre y sus memorias sería algo muy interesante siempre y cuando las escriba como lo que son revelando los secretos de un hombre con tanto poder”.
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